viernes, 27 de agosto de 2021

“Cambio climático exige medidas urgentes”

 Ante un cambio climático cada vez más generalizado, rápido e intensificado en todas las regiones del mundo, el país tendría que migrar a una agricultura más intensiva pero menos extensiva, es decir, producir más en un área menor, con tecnologías que permitan aprovechar más el suelo en la captura de carbono y recuperar los bosques.

Las universidades por su parte pueden contribuir a generar mecanismos que lleven a concretar la justicia ambiental y climática, develando y denunciando a los Estados privados y particulares con mayor poder sobre los combustibles fósiles para que haya una mayor dignidad ambiental en el futuro.

Estas y otras acciones fueron propuestas en el marco del encuentro de Diálogos Convergentes, una iniciativa de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y el Pacto por la Paz, sobre el reciente informe 2021 entregado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

El informe, que llega a su sexta versión, señala que la temperatura de la superficie terrestre seguirá aumentando hasta al menos mediados de siglo en todos los escenarios de emisiones considerados. El calentamiento global de 1,5 y 2 °C se superará durante el siglo XXI en el mediano plazo (entre 2040 y 2060), a menos que se produzcan profundas reducciones de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas.

Mensajes alarmantes

El profesor Germán Poveda, de la Facultad de Minas de la UNAL, señala que el calentamiento será cada vez más evidente en el aumento de la intensidad de temperaturas extremas, las olas de calor terrestres y submarinas, las precipitaciones intensas, los huracanes, las sequías hidrológicas y ecológicas en algunos lugares, y la reducción de hielo; tampoco se puede descartar el futuro aumento de 2 m en el nivel del mar al final del siglo XXI.

Según Manuel Guzmán, investigador y docente universitario, el primer mensaje que queda con este reporte es que los cambios en el clima son cada vez más generalizados, rápidos e intensos y no tiene precedentes de al menos los últimos 1.000 años, lo que da cuenta de la magnitud del problema.

Acciones que nos tocan a todos

Para el economista Juan pablo Ruiz, magíster en Estudios Ambientales, profesor universitario y consultor en temas ambientales, “el informe es un llamado urgente a la acción e información científica que nos llama a todos. Aunque Colombia genera solo el 0,44 % de los gases de efecto invernadero, desde la mitigación, la reducción tendrá efecto importante, ya que hasta ahora hemos sido exportadores de carbón y petróleo”.

Señala además que “aunque las acciones para su mitigación tendrán un costo para todas las personas, se debe actuar de manera colectiva generando pactos entre la ciudadanía, los gobiernos nacionales y locales y las entidades privadas”.

“Un ejemplo de lo que podemos hacer es decidir qué queremos consumir y cómo hacerlo, porque debe primar una demanda por la producción local de alimentos o productos. Otro ejemplo es que, si vamos a comer carne de res y lácteos, debemos procurar que estos alimentos vengan de sistemas que ayuden a fijar el CO2 y a mitigar el impacto de la ganadería en el calentamiento global”.

“Se deben buscar acciones de mayor impacto desde las comunidades locales para la adaptación y mitigación del cambio climático y que vinculen a las instituciones y corporaciones públicas y privadas”.

No bastan las compensaciones

Por su parte Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, sostiene que aunque las compensaciones para que las empresas o las economías avanzadas puedan seguir generando emisiones son una oportunidad para el país, el mensaje es que en la misma operación se reduzcan.

“Como país biodiverso que puede almacenar ese carbono, debemos aprovechar y vender esas compensaciones a las empresas, monetizar los recursos como una transición, pero entendiendo que cada quien por su propia cuenta tiene que lograr la reducción de emisiones de CO2, sobre todo en sectores industriales”, señala.

Y advierte que el mundo requerirá transformaciones en sectores como el uso del suelo y en ese camino de transición deberá haber una mayor electrificación, sobre todo en el transporte, sustituir el uso de recursos fósiles por energía eléctrica, por ejemplo en el transporte público y aumentar la demanda por electricidad en el país.

 





domingo, 22 de agosto de 2021

Estudiantes aprenden más de combinatorias con juego de mesa

 Esta rama de las matemáticas, que se empieza a enseñar en secundaria y que consiste en la mezcla de grupos a partir de un número determinado de elementos, se vuelve más fácil de entender con el juego Combinando.

“Se pueden combinar y encontrar todas las posibles mezclas que existen cuando tomas cualquier cantidad de elementos. Cuanto más grande sea el número de elementos, más combinaciones se pueden hacer. Por ejemplo, con los elementos A y B se forman los grupos: AB y BA, o con los elementos A, B y C se forman los grupos ABC, BCA, ACB, etc.

Así lo explica el docente Jaiver Ruiz Quiñonez, magíster en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, quien se propuso enseñar este concepto al desarrollar su investigación “Implementación de un juego de mesa para apoyar la enseñanza de elementos de combinatoria” en una institución educativa de Cali con estudiantes de grado noveno

A través de la gamificación –técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo– el docente logró complementar el proceso de enseñanza del concepto matemático y los estudiantes se apropiaron del conocimiento.

Este juego de estrategia, para dos personas, se compone de un tablero de 16 casillas, 10 tarjetas con tríadas de colores, 6 tarjetas con ternas de letras y fichas de cinco colores (6 fichas por color), que ofrecen 16 opciones diferentes para desarrollarlo. En un principio el docente y sus estudiantes construyeron el prototipo del juego con cartón paja y útiles escolares –lo que más adelante les permitió diseñar en madera y plástico– con el que los jóvenes estrenaron el juego.

Tiene dos modos: combinación y permutación, conceptos que forman parte de la combinatoria.

En combinación, el jugador tiene 5 tarjetas, cada una con un trío de colores que coinciden con los de las fichas. Dentro del tablero, gana el jugador que logre ordenar vertical u horizontalmente las fichas de acuerdo con la terna de colores de sus 5 tarjetas (5 rondas en total).

En permutación, las fichas son letras y el jugador tiene 3 tarjetas (3 rondas). Cada tarjeta indica una tríada de letras escritas en un orden específico que deben organizar en el tablero (por ejemplo: abc, bca, cba, bac, etc.). A diferencia de la combinación, en el que el jugador reúne la tríada de colores sin importar el orden, en permutación debe organizar las letras tal y como la terna lo indique. Gana quien logre terminar primero las tríadas de sus tarjetas.

“Los estudiantes suelen confundir mucho estos conceptos. La idea es que dentro del juego se puedan explicar y diferenciar estos dos conceptos para que puedan solucionar los problemas”, relata el profesor.

El juego también cuenta con cartas comodines, que le ofrecen pistas para identificar fácil y rápidamente las tríadas del oponente y lo motivan a seguir jugando.

Después de que los estudiantes jugaron por unas semanas, el docente realizó una prueba escrita para validar su conocimiento. Como resultado, encontró que ellos lograron descubrir otros conceptos de la combinatoria como espacios muestrales o técnicas de conteo, aspectos fundamentales para entender la variación, combinación y permutación del razonamiento combinatorio.

“Los muchachos lograron encontrar todas las combinaciones posibles cuando se tienen cierto número de elementos, y también tomaron decisiones más pensadas”, destaca el docente Ruiz.

Modernizar la educación

Según MinEducación, en Colombia cerca del 47 % de los estudiantes de grado noveno no contestan correctamente las preguntas de razonamiento cuantitativo en las pruebas Icfes. Si bien la matemática se relaciona solo con la lógica, no tener una buena comprensión de esta “afectaría la reflexión probabilística y a la capacidad de la persona de tomar decisiones en medio de la incertidumbre”.

De ahí que juegos como Combinando pueden ser herramientas importantes para motivar a los alumnos en su aprendizaje. Se reafirmaría la necesidad de modernizar o adaptar la educación.

“Incluso estas estrategias se podrían aplicar en digital. Los estudiantes comprenderían más los diversos aspectos educativos si se recomiendan desde la tecnología, sobre todo en matemáticas, que es una ciencia tan compleja, los juegos dinamizan la teoría y las fórmulas para mejorar el entendimiento de los estudiantes”, concluye el profesor.

 






miércoles, 18 de agosto de 2021

Incendios forestales afectan a toda Latinoamérica

 Un estudio novedoso dirigido por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y recientemente publicado en la revista Science Advances, evaluó los devastadores efectos de fuegos cada vez más frecuentes en los bosques de Latinoamérica, a los cuales se les hizo seguimiento por 15 años.

A inicios del siglo XXI, alrededor del 1,1 % de los bosques de América Latina sufrieron un incendio forestal. En 2003 se perdieron casi 8,5 millones de hectáreas, distribuidas así: 4,7 millones en Brasil, 1,4 millones en Bolivia, casi 1 millón en México, 436.000 en Paraguay, y el resto, unos 1,4 millones, entre Guatemala, Venezuela, Honduras, Argentina, Chile, Colombia, Belice, Perú, Nicaragua, Panamá y Guyana y Surinam.

“Durante 15 años les hicimos seguimiento a estos bosques para ver qué trayectoria tomaban desde su afectación por fuego hasta la actualidad (2018). La mitad estos, que solo se quemaron una vez al inicio del siglo, terminaron perdiéndose en pocos años solo con un incendio”.

“Por otro lado, más de la mitad de los bosques que se quemaron al inicio del siglo se volvieron a quemar hasta dos o tres veces más, y en pocos años se convirtieron mayoritariamente en pastos, sabanas y herbazales, lo cual implica que las reservas de carbono se perdieron”.

Así lo explican la profesora Dolors Armenteras, directora del Laboratorio de Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (Ecolmod), del Departamento de Biología de la UNAL Sede Bogotá, y los investigadores Liliana Dávalos, Joan Barreto, Alejandro Miranda, Ángela Hernández, Carlos Zamorano, Tania González, María Meza y Javier Retana.

Los autores del estudio señalan que Argentina, Brasil Chile y Paraguay perdieron bosques rápidamente; en 2004 se registró el 37, 38, 42,5 y 38 % respectivamente.

Entre tanto, en México, Guatemala y Honduras la transformación de los bosques ha sido más paulatina: en 2004 solo el 6, 12 y 9 % respectivamente.

“Realmente una proporción muy baja de los bosques quemados logra mantenerse en pie como bosque en todo el periodo; nuestros análisis muestran que algunos resisten y pueden persistir si solo sufren un incendio, pues aunque se degraden en cierta medida, se pueden recuperar y seguir cumpliendo con su papel esencial de conservar la biodiversidad y la funcionalidad de los ecosistemas”, señala la profesora Armenteras.

Destaca además que “detectamos que en algunos países el fuego puede estar asociado con la conversión a bosques mixtos o plantados, práctica que se debe evaluar cuidadosamente debido a las implicaciones que puede tener en las emisiones de gases y material partículado de la biomasa que se quema en los bosques”.

El estudio revela una devastación a una escala desconocida hasta el momento en toda la región de Latinoamérica que tiene implicaciones no solo en la biomasa vegetal que se pierde y en las emisiones de gases que se emiten, sino que compromete las reservas de carbono de la región y la prestación de servicios a las poblaciones que la habitan.

Los investigadores advierten que “es urgente reducir los incendios forestales, sea cual sea su origen. Hacemos un llamado urgente a los decisores para que se inviertan en prácticas de gestión territorial que pretendan por paisajes más seguros y resilientes, y que implementen pagos por servicios ecosistémicos para proteger los bosques, perseguir y castigar los crímenes ambientales, desestimular las malas prácticas agrícolas que aumentan el riesgo de incendios, promover tanto los incentivos e inversiones a prácticas sostenibles como el manejo integrado del fuego, entre otras”.

“Es innegable que los bosques quemados no se recuperan, se degradan y pierden su capacidad para proveer servicios ecosistémicos, y en otras latitudes estamos viendo la consecuencia de la imprevisión y la falta de planeación preventiva, incendios que no se pueden apagar por sus dimensiones”, observan.

Este estudio surge de una colaboración liderada por UNAL Sede Bogotá con el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia en Chile, el Centro de Ecología y Aplicaciones Forestales de España y la Universidad de Stony Brook en Estados Unidos. Para mas información, el articulo original se encuentra publicado en Science Advances https://t.co/TC6gU4rRx0







jueves, 12 de agosto de 2021

“Dale vía a la vida”, para proteger la fauna silvestre en Arauca

 Esta propuesta, que busca reducir el alto índice de atropellamientos de animales silvestres –como zarigüeyas, osos hormigueros y palmeros– y sensibilizar a la comunidad que transita sin precaución por las diferentes vías de la ciudad, se desarrolla en el proceso misional de Extensión de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Orinoquia, junto con Gestión Ambiental.

Durante la jornada de sensibilización en las vías del municipio de Arauca, adelantada el pasado viernes 6 de agosto, también se hizo un llamado para evitar el tráfico ilegal de fauna.

En esta actividad participaron 1.942 conductores de motocicletas y vehículos de uso particular y público, quienes fueron invitados por miembros del equipo UNAL, en compañía de agentes de Tránsito y Policía Ambiental, a seguir indicaciones sencillas como bajar la velocidad del vehículo y hacer cambio de luces al momento de identificar animales silvestres en el camino.

Así mismo, para generar mayor pertenencia y compromiso, se entregaron stickers relacionados con la campaña, por medio de los cuales los conductores de motocicletas y vehículos firmaron el compromiso de respetar la vida de los animales y contribuir a su conservación.

En los operativos, realizados en diferentes puntos estratégicos de la ciudad, se destacó la importancia de salvaguardar la vida de muchas especies, que a veces mueren tratando de proteger a sus crías en la carretera.

Según Ana María Romero, coordinadora del proceso misional de Extensión, “las vías obstruyen los corredores ecosistémicos para la fauna silvestre, condicionando a los animales a atravesar las vías para conseguir alimento, refugio, o a otros miembros de su especie”.

Los animales más atropellados

Al respecto, advirtió que las zarigüeyas, los osos hormigueros y palmeros, zorros, iguanas, tigrillos y armadillos son las especies más reportadas por atropellamiento en la vía principal del departamento de Arauca, debido al alto tráfico vehicular y al poco cuidado que les brindan los conductores a estas especies.

De manera complementaria, Sandra Rodríguez, directora de la Fundación Protectora de Animales Huellitas del Llano, manifestó que “es importante apoyar estas campañas de sensibilización, ya que Arauca es una reserva importante para la región de la Orinoquia, así que respetemos los espacios de estos animalitos que son emblemáticos de nuestra cultura e identidad llanera”.


Además de esta campaña de sensibilización en las carreteras, la UNAL Sede Orinoquia ubicó señalizaciones y vallas informativas, para que los conductores que transitan frente al campus de la Sede Orinoquia, reduzcan la velocidad y tengan la debida precaución frente al tránsito  frecuente de animales sobre la vía. También se espera continuar acompañando las campañas promovidas por la Policía Nacional en materia de protección de la fauna.

Así, la UNAL invita a la comunidad universitaria y a la población en general a ser voluntarios, acompañando este tipo de campañas fundamentales para garantizar la conservación ambiental en el territorio.









jueves, 5 de agosto de 2021

UNAL impulsa ciencia e innovación en colegios de Tumaco

 En desarrollo del Programa Ondas, de MinCiencias, cerca de 10 instituciones educativas del municipio elaboraron 21 proyectos enfocados en biodiversidad, medioambiente, cultura y creatividad tecnológica.


El Programa, dirigido por el Instituto de Estudios del Pacífico de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Tumaco, contó con el apoyo de docentes de las Facultades de Ciencias y de Artes de la UNAL Sede Bogotá.

“Promover la investigación y el desarrollo de actitudes y habilidades en niños, niñas y adolescentes de diversas zonas del país para insertarse activamente en una cultura de ciencia, tecnología e innovación” es el propósito de esta estrategia del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación.

Aunque Tumaco comenzó el Programa a inicios de 2020 con cerca de 20 instituciones, por efecto de la pandemia por COVID-19 algunos colegios de zonas rurales y urbanas se vieron obligadas a retirarse, por lo que solo permanecieron 10, con las que se desarrolló el proyecto.

“Quedaron 3 instituciones de la zona rural y 7 de la zona urbana, por lo que adaptamos el Programa de manera virtual y se llamó “Ondas desde casa”. Así pudimos avanzar en los proyectos de investigación de los jóvenes”, explica Sergio Iván Jiménez, coordinador del Programa Ondas en Tumaco.

Colegios, lugares de ciencia

Del trabajo resultaron 21 proyectos de investigación enfocados en tres ejes: biodiversidad y medioambiente (8), cultura (8) y creatividad tecnológica (5).

El profesor John Josephraj Selvaraj, director del Instituto de Estudios del Pacífico de la UNAL Sede Tumaco, menciona que “los proyectos estuvieron acompañados de 20 maestros coinvestigadores de los colegios y asesores, con quienes se realizaron métodos comunicativos sincrónicos y asincrónicos (clases virtuales y semipresenciales), espacios de divulgación propios y capacitaciones para los estudiantes y coinvestigadores, en los cuales se mostraban los avances de los proyectos”.

En el eje de biodiversidad y medioambiente los proyectos presentados fueron: Oxígeno; Colibrí; Naturaling Gaia; Biófilos Natural 1; Biófilos Natural 2; Los senderos de mi manglar; Tropa Manantial, y LEA 2020, dirigidos por el director Josephraj y el coordinador Jiménez. 

En las propuestas para el eje de cultura figuran: Folclórico herencia; Marimbera; Los sabores de la paz; Compilando nuestra historia; Artes escénicas para la paz; Danza conmigo; Danzarte; y Aventureros del Arte, coordinados por el docente Federico Demmer Colmenares de la Facultad de Artes de la UNAL Sede Bogotá, y asesorados por el antropólogo Harold Enrique Tenorio.

En el eje de creatividad tecnológica se destacan: Biófilos Natural 3; ST innova; Innovatec; Innovadores por el ambiente; y Navalitas plastiecológicos, apoyados por el docente Fabio Fajardo Tolosa de la Facultad de Ciencias de la UNAL Sede Bogotá, y asesorados por el arquitecto Juan Sebastián Bedoya.

Algunos de los estudiantes participantes consideran que esto los motivó a plantear iniciativas que entreguen soluciones más económicas y sencillas sobre diversas problemáticas a la población o al campesinado.

“Pudimos acercarnos a los métodos científicos, crear una idea, saber cómo hacer un proyecto y mostrar un resultado”, dice María Alejandra Caviedes, del Instituto Educativo San José de Caunapí Km 60.

Dentro del proyecto también se dictaron capacitaciones de liderazgo y argumentación, por medio de las cuales los jóvenes se apropiaron del conocimiento adquirido. Al respecto, el director Jiménez afirma que “hubo un empoderamiento de sus investigaciones y las defienden con argumentos, pudimos tener a los estudiantes encantados con la ciencia, la tecnología y la innovación, que son pilares del desarrollo de la región”.

Rompiendo estigmas

El resultado más satisfactorio para el equipo fue mostrar el panorama científico del municipio, que supera estereotipos con los que se asocia a este puerto.

“Tumaco no es solo fútbol, también hay investigación, hay ingeniería, hay chicos que verdaderamente tienen algo que aportarle a Colombia”, explica el docente José Salas, de la Institución Educativa General Santander.

“Los proyectos se elaboraron con la posibilidad de proyectarse a largo plazo, es decir que con el conocimiento científico del que se apropiaron los jóvenes, podrán investigar, responder y resolver problemáticas para sus proyectos de vida a futuro”, concluye el docente Leonardo Padilla, del Instituto Educativo San José de Caunapí Km 60.

En el Programa Ondas –también apoyado por la Secretaría de Educación de la Alcaldía de Tumaco– participaron las siguientes instituciones educativas (IE): Llorente; Misional Santa Teresita; Santa Teresita; San José de Caunapí; General Santander; Integrada de Chilví: Ciudadela Educativa Tumaco; Liceo Nacional Max Seidel; Agropecuario Tangareal;

En desarrollo del Programa Ondas, de MinCiencias, cerca de 10 instituciones educativas del municipio elaboraron 21 proyectos enfocados en biodiversidad, medioambiente, cultura y creatividad tecnológica.


 


lunes, 2 de agosto de 2021

Valoración de ecosistemas debe ser más incluyente

 “En América Latina se han realizado trabajos frente a la crisis ambiental, pero la idea es mirarlos y desarrollarlos desde una propuesta interdisciplinar, incluyendo la voz de los diferentes actores involucrados”.

Este es el primer libro de colección Diálogos con la Naturaleza, del centro Editorial de la facultad de Ciencias Económicas de la UNAL. 

Así lo señala el economista Alexander Rincón Ruiz, magíster en Economía Agraria y doctor en Ciencia y Tecnologías Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona, actual docente en la Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).

Durante la presentación del libro Hacia una valoración incluyente y plural de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos: visiones, avances y retos en América Latina, elaborado por varios académicos, expertos y centros de investigación de Latinoamérica, el docente señaló que “América Latina es de las regiones más ricas del mundo en diversidad biológica y cultural. Esta se debe abordar desde la visión económica sin dejar atrás la sociología, la ecología, la ingeniería, la biología y la topología, por lo que termina siendo una construcción colectiva”.

En el marco de la 2ª Feria Virtual del Libro Universitario, la economista de la UNAL Mónica Clavijo Romero, especialista en Estadística y magíster en Medio Ambiente y Desarrollo, y una de las editoras de la publicación, recordó que “durante este tiempo se ha avanzado en la identificación de los ecosistemas, y ahora se debe identificar porqué son importantes para las personas, cuáles son las relaciones y las categorías de valor que median en las relaciones sociales, ambientales, espirituales, emocionales y morales, y cómo se vive día a día en esos territorios”.

Al respecto, señaló que “en algunos casos, los profesionales interesados en el tema logran proveer la toma de decisiones, comenzando por cambiar conceptos que integran a las instituciones que promueven o gestionan las políticas públicas, ayudadas desde el reconocimiento del territorio de sus habitantes”.

11 casos de estudio

En los 14 capítulos del libro se despliegan 11 casos de estudio en entornos urbanos y rurales: 5 en Colombia, 4 en México, 1 en Ecuador y 1 en Costa Rica.

Los servicios ecosistémicos son recursos naturales que benefician a los seres humanos de forma intangible, mediante la captación y filtración de agua; la mitigación de los efectos del cambio climático; la generación de oxígeno y la asimilación de diversos contaminantes; la protección de la biodiversidad, y el refugio de fauna silvestre, entre otros.


El estudio identifica los diferentes servicios ecosistémicos percibidos en Bogotá, con el fin de aportar información para la toma de decisiones en planeación territorial.

Por medio de talleres de cartografía social cuyo proceso participativo de recolección de información con ciudadanos se realizó bajo la premisa,

“Quien habita el territorio es quien lo conoce”, se evidenció que la Reserva Forestal Protectora Bosque Oriental de Bogotá es la zona con más servicios, como hábitat, agua y purificación del aire.