Los reincorporados de las FARC que habitan en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Urías Rondón, en La Macarena (Meta), afrontan dificultades para acceder a energía eléctrica y agua potable. Mediante un proyecto de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) se diseñó un sistema que aprovecha la energía de paneles solares para hacer funcionar una serie de bombas de extracción que les está permitiendo contar con el vital líquido.
Expertos de la UNAL, entre ellos sociólogos, médicos,
agrónomos e ingenieros, como el profesor Eduardo Mojica, de la Facultad de
Ingeniería, diseñaron e instalaron un sistema de paneles solares en los techos
de las casas de la ETCR Urías Rondón, en La Macarena.
La función de estos dispositivos es obtener energía solar
para alimentar unas bombas de extracción de agua (periféricas y sumergibles)
que permitan extraer el agua que se encuentra a unos 6 m de profundidad.
El profesor Mojica señala que “el sistema es sencillo y
fácil de instalar y desinstalar, ya que en esta población son frecuentes los
cambios de domicilio y las movilizaciones, por lo que los paneles deben ser
portátiles”.
“La conexión de los paneles es similar a la de los equipos
de sonido de hace unos años, en los que la conexión del cable rojo va en el
puerto rojo, el amarillo en el amarillo y así sucesivamente, por lo que es muy
fácil de desconectar”.
Los dispositivos ubicados en los techos se conectan a un
inversor fotovoltaico que se encarga de transformar en energía eléctrica la
corriente que recibe del panel, la cual se puede emplear para alimentar las
bombas que sacan el agua de las profundidades, por ejemplo.
Capacitaciones
Los paneles solares se instalaron en 60 casas de la zona, y
además de facilitar la obtención del agua, también les permite tener energía
eléctrica para recargar celulares u otros dispositivos.
El proyecto también contempló las capacitaciones “La escuela
escoge”, en las que se concientizó a las personas acerca del consumo de
energía, explicándoles cómo se genera esta desde los paneles, del concepto de
eficiencia energética y del manejo del agua en sus casas.
“Es importante que los habitantes entiendan que la energía
es limitada y no se pueden exceder en su consumo, ya que una dificultad del uso
de energías renovables es no tener suficiente almacenamiento, por lo que hay
que darle un buen manejo; algunos habitantes compran neveras y otros
electrodomésticos que descargan las baterías más rápido”, señala el profesor.
Según el académico, “aunque se ha avanzado en términos de
oferta de estos dispositivos de energía solar, llegando incluso a comercializar
paneles pequeños en las ferreterías de pueblos como La Macarena, sus precios
aún no son asequibles”.
Microrredes
Un concepto fundamental para entender la naturaleza del
proyecto es el de “microrred”, en el cual se estructura el conocimiento que
puso en práctica el profesor Mojica desde la ingeniería, implementando
estrategias para distribuir mejor la eléctricidad en regiones rurales.
“Llegar a La Macarena y diseñar el funcionamiento de estos
paneles solares en los techos de las casas genera una microrred, en la que no
se depende de tener que llevar la energía desde otros lugares, sino que permite
que desde la misma comunidad haya una autonomía energética”, señala.
Explica además que “para fabricar planes acordes con las
necesidades de los habitantes se debe tener muy en cuenta la disponibilidad de
la energía en estas zonas, ya que distribuir redes eléctricas desde otros
centros es muy costoso e implica llevar transformadores, lo cual no es
necesario cuando se tienen los paneles y el inversor de corriente”.
“Así se cambia el paradigma tradicional de distribución de
la energía eléctrica, es decir que ya no hay un único dueño del sistema que lo
controla todo; la mejor solución es poner la energía al servicio de la
comunidad en el lugar donde habitan”.