Lanzan nuevas variedades de fríjol para
mejorar
la alimentación de los colombianos y responder al cambio climático
la alimentación de los colombianos y responder al cambio climático
Dos nuevas
variedades de fríjol con alto contenido de hierro y zinc, y una tolerante a
sequía, todas con altos rendimientos, serán liberadas el próximo jueves 9 de
junio en la vereda El Llano, en Barichara, Santander. Colombia.
Este lanzamiento contará con la presencia de Stephen Beebe, líder del Programa
de Fríjol del CIAT; Wolfgang Pfeiffer, Director
de Desarrollo de Cultivos y Comercialización, de HarvestPlus; Henry Vanegas,
Gerente General, Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), y José Restrepo, Director Ejecutivo de la
Fundación para la Investigación y Desarrollo Agrícola (FIDAR), quienes entregarán
formalmente las primeras variedades de fríjol biofortificado, es decir, con
alto contenido de hierro y zinc, que podrán ser cultivadas con buenos
resultados en los departamentos de Cauca, Huila, Tolima, Quindío, Santander y
Valle del Cauca.
BIO-101 y BIO-107, nombres de estas nuevas variedades biofortificadas, son
el resultado del trabajo realizado en equipo, de 2013 a 2015, entre Fenalce,
FIDAR y el CIAT, con fondos de HarvestPlus-LAC, líder en investigación en
biofortificación, que forma parte del Programa Global de Investigación en
Agricultura para la Nutrición y la Salud del Consorcio CGIAR, alianza a la que
pertenece el CIAT, y cuya misión es mejorar la nutrición y salud pública
mediante el desarrollo y promoción de cultivos biofortificados con más
vitaminas y minerales.
Más nutritivos
La biofortificación es un método para aumentar el
contenido de nutrientes en los cultivos, mediante prácticas de mejoramiento
convencional varietal, para producir mejores alimentos y combatir la
deficiencia de micronutrientes (hierro y zinc) en el organismo humano.
“El propósito de
la biortificación es mejorar cultivos de consumo diario de las comunidades de
diferentes partes del mundo, para que a través de un alimento conocido puedan
mejorar la salud sin costo adicional, con los canales de distribución y de
compra acostumbrados. La biofortificación es una de las herramientas para responder
al problema de desnutrición mundial”, dijo Stephen Beebe, líder del Programa de
Fríjol del CIAT.
Tradicionalmente, las variedades de fríjol que se vienen cultivando en
Colombia contienen en promedio 50 partes por millón (ppm) de hierro y 28 ppm de
zinc. Las cifras de las nuevas variedades constituyen toda una ventaja a la
hora de brindar una mejor alimentación pues BIO-101 y BIO-107 presentan
contenidos superiores al 60% en hierro (82 ppm) y al 50% en zinc (43 ppm),
comparadas con las variedades de fríjol que se consumen actualmente en el país.
Estos resultados corresponden al promedio obtenido de la evaluación realizada en
nueve localidades colombianas.
Por otra parte, la variedad SAB-618 presenta mayor tolerancia a la sequía,
lo cual la convierte en una variedad que responde positivamente a los desafíos
del cambio climático.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) aprobó la comercialización de
estas nuevas variedades, que pueden formar parte de programas de seguridad
alimentaria y alimentación escolar para mejorar la nutrición en diferentes
zonas de la geografía colombiana.
“El mayor reto al liberar una nueva variedad de fríjol
es que los agricultores tengan acceso a ella y esto se logra con una producción
de semilla a gran escala. Hay expectativas de que algunas organizaciones
nacionales las introduzcan en sus programas de semillas y también a través de
pequeños