Susana Fernanda Lizcano, ingeniera ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y proveniente de una familia de artesanos, fue reconocida con el Pioneer Awards de la Hispanic Engineer National Achievement Awards Corporation (HENAAC) por su trabajo en comunidades y por romper barreras en la industria ferroviaria.
Quienes reciben estos reconocimientos –otorgados por la
organización HENAAC Great Minds in STEM (grandes mentes en ciencia, tecnología,
ingeniería y matemáticas) – GMiS, representan contribuciones hispanas en los
niveles más altos de la academia, el Gobierno, las Fuerzas Militares y las
corporaciones norteamericanas.
Premio excepcional
El Pioneer HENAAC Award (Premio HENAAC Pionero) es uno de los cuatro homenajes especiales que se dan solo cuando el jurado reconoce
que el profesional ha roto barreras tradicionales en la
sociedad, el sector político, económico o profesional, con lo que abre puertas
y establece un nuevo rumbo para que otros lo puedan seguir.
Así es considerada la ingeniera ambiental Lizcano,
Ph. D. en Ingeniería Biológica de la Universidad de Misuri, quien hoy se
desempeña como directora de Calidad de la Union Pacific Railroad, la compañía
ferroviaria de transporte de mercancías más grande de clase 1 en EE. UU.
“Como directora, cubro las 32.000 millas que tiene la empresa en territorio, que abarcan 23 estados; a través del sistema manejo toda la estrategia de calidad, que incluye más de 160 contratistas”, cuenta la ingeniera Lizcano. Además, está encargada de emergencias, pues se transportan desde carros Tesla (eléctricos) y alimentos hasta transformadores de gran tamaño y reactores nucleares.
También es la primera vez que la industria ferroviaria
recibe este premio en EE. UU., con una mujer en posición de alto rango, un
hecho histórico considerando que por lo general dichas compañías son dominadas
por hombres (y norteamericanos).
La ingeniera Lizcano, la segunda colombiana en recibir este importante reconocimiento, ingresó a la compañía hace 7 años, al área de Remediación Ambiental, donde creó un programa de manejo ambiental para asbestos y sustancias peligrosas para todos los edificios, puentes y estaciones de la Union Pacific –más de 45.000 estructuras–, algo que nunca se había hecho por su grado de dificultad.
Ejemplo de perseverancia
La ingeniera Lizcano creció en Santander de Quilichao (Cauca), en el seno de una familia que elabora materas y sin los recursos económicos para enviarla a una universidad extranjera. Sin embargo, sus aspiraciones la llevaron a obtener una beca para estudiar inglés; por su sobresaliente currículum fue seleccionada para cursar su doctorado en la Universidad de Clemson (Carolina del Sur).
También se destacó su trabajo como voluntaria en Ingenieros
sin Fronteras, organización en la que formó parte de un proyecto para evaluar
la planta de tratamiento de agua residual en Ciudad España, en Honduras,
construida después de los efectos del huracán Mitch. También estuvo en un
proyecto de captación de aguas lluvias cerca a Kampala, en Uganda (África),
entre otros.
En 2015 propuso a Colombia para ejecutar un proyecto de
alcantarillado y tratamiento de aguas residuales en Malagana (Bolívar), primer
proyecto de Ingenieros sin Fronteras en el país.
En Nebraska, donde reside, trabajó en el diseño de plantas
de tratamiento de aguas residuales para clientes industriales. Así mismo hizo
evaluación de humedales y de energías alternativas (solar, eólica o bombas
geotérmicas).
Fue en un afán por volver a Colombia –buscando opciones
laborales que reconocieran su experiencia (lo cual nunca logró)– cuando se le
puso en el camino su actual empresa. De ahí en adelante todo ha sido una
carrera de experiencia, aprendizaje y ascenso.
“Lo lindo de este proceso ha sido que mis primos y mi
hermana también han luchado para culminar sus estudios”. Ella se ha convertido
en su mentora rompiendo desde su generación una barrera de impedimentos
educativos. Ahora, ya casi todos son profesionales.