Un distrito de riego que funcionaría por gravedad y mediante aspersión –el agua llega a las plantas en forma de “lluvia” localizada–, microaspersión y goteo, abastecería a los campesinos de esta población, quienes afrontan serios problemas para regar sus cultivos, debido a la altura de la zona: 1.320 msnm.
Para este proyecto se implementaría una bocatoma lateral
(para la captación de agua), una red de conducción y distribución y los
accesorios de control que permitan un adecuado manejo del recurso hídrico.
La propuesta, pionera en el país, se podría implementar en
zonas montañosas con características similares, asegura Javier Eduardo Bonilla,
magíster en Ingeniería - Recursos Hidráulicos, de la Universidad
Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales.
En su estudio, menciona que la escasez de agua y las altas
temperaturas son algunas de las principales causas del pobre desarrollo
económico de la zona occidental del Huila, donde además varios municipios,
entre ellos Santa María, históricamente han presentado una vulnerabilidad más
alta.
Esta población, ubicada a 90 minutos de Neiva por vía
terrestre, erigida entre montañas con cascadas de hasta 90 m de altura,
miradores y el cañón del río Baché, invita al ecoturismo.
Sin embargo, por estar ubicada en una zona alta no se ha
construido un acueducto óptimo que surta de agua a su población, ni existen
sistemas de riego que les faciliten a los agricultores la producción de frutas
como la granadilla, y además impide la diversificación de cultivos.
También lo es la topografía, ya que “al estar ubicada en la
cordillera Central, sus terrenos presentan pendientes muy altas, por lo que
generalmente las fuentes hídricas están más bajas que los predios cultivables,
aspecto que dificulta el acceso al riego en las fincas, entre otros”, detalla
el magíster.
A pesar de esta realidad, el Huila es considerado como una importante despensa agrícola para Colombia, en especial de lulo y granadilla; de hecho es el principal abastecedor de estas frutas de alto consumo.
Según la Encuesta Nacional Agropecuaria, el departamento
tiene hoy alrededor de 2.800 hectáreas sembradas de lulo con una producción que
supera las 11.500 toneladas anuales, y 3.337 ha de granadilla que generan una
producción de 42.139 toneladas al año, equivalentes al 57 % de la
producción nacional.
El magíster menciona que el Huila, y en particular Santa
María, se podrían consolidar como referentes agrícolas si se consiguiera
mitigar el desabastecimiento de agua para mantener los cultivos.
Por eso su trabajo de maestría apunta a la modelación
hidrológica (sirve para entender los ciclos hidrológicos de determinada cuenca,
en este caso del río Baché) e hidráulica (simula situaciones reales de
proyectos) para un distrito, a través de tres alternativas de riego.
La modelación hidrológica se elaboró para estimar la oferta
y la demanda del río Baché, es decir si cuenta con agua en cualquier época del
año. Para ello, el magíster realizó el estudio de delimitación de toda el área
de la cuenca, desde el nacimiento hasta el sitio de captación del distrito de
riego (vereda Bachecito), y aguas abajo de la cuenca, en las veredas El Baché,
Vergel y El Encanto.
Al respecto, señala que “así es posible conocer la cantidad
de agua que necesita la población para desarrollar sus actividades básicas,
económicas, culturares y recreativas, de manera que a partir de un modelamiento
hidráulico, con tres alternativas de riego como las propuestas en mi trabajo,
se garantice que el río mantendrá un nivel de caudal constante, incluso en
épocas de extrema sequía”.
Una vez planteado el modelo hidrológico se evaluó el modelo
hidráulico analizando el desempeño de las tres opciones para café, fríjol y
granadilla, el cual evidenció que el riego por goteo le permite al agricultor
un mayor ahorro del agua por su eficiencia en la aplicación.
El magíster Bonilla espera que la administración local y las asociaciones de campesinos samarios tengan en cuenta los resultados de su trabajo para implementar el modelo propuesto.