Tras evaluar el estado de 16 humedales suburbanos de Leticia se encontró que 11 presentan estancamiento de la corriente de las aguas, debido en gran parte a la transformación de los ambientes acuáticos para actividades como la piscicultura.
De otra parte, en 10 humedales ubicados dentro de la ciudad
se evidenció que el principal problema es la urbanización, ya que además de la
construcción de viviendas también se incrementa la existencia de
infraestructura como vías, lo cual transforma los asentamientos humanos y la
manera como se relacionan con estos ecosistemas.
Estos son algunos de los resultados principales del proyecto
“Apropiación ambiental y social de los humedales urbanos y suburbanos de
Leticia”, una alianza entre los grupos de investigación en Limnología Amazónica
–de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Amazonia– y de
Biodiversidad, Biotecnología y Conservación de Ecosistemas, de la UNAL Sede
Bogotá.
Aunque los humedales albergan una amplia
diversidad de especies de aves y peces, y otras vegetales como el
canangucho (palma alta que cubre extensas áreas de los ríos Amazonas y
Orinoco), y representa una despensa muy importante para la fauna, la
contaminación por residuos sólidos o por el vertimiento de aguas residuales
domésticas amenaza el futuro de estos valiosos ecosistemas.
La ingeniera ambiental María José Arias, de la UNAL Sede
Medellín, quien desarrolló su trabajo de grado dentro de dicho proyecto,
encontró que el 91,8 % de 100 encuestados consideraron que en los
humedales de Leticia existe una preocupante problemática ambiental.
“El 90,4 % de los encuestados consideran que los
humedales son importantes porque son fuente de vida, brindan alimento (pescado,
frutas y semillas) y agua, son reguladores climáticos e hídricos y contribuyen
al equilibrio ecosistémico”.
Baluartes de la biodiversidad
La investigación evaluó el estado de 26 humedales de
Leticia; entre los citadinos se encuentran la quebrada Urumutú, los caños
Calderón y Simón Bolívar y la quebrada San Antonio, que sirve de límite entre
Colombia y Brasil.
En el humedal el Calderón, en el barrio la Ceiba, se
encontró mayor cantidad de nutrientes; y en el humedal pozo del Parque
Santander se observa gran presencia de lechuga de agua, la cual ha desplazado
la Victoria amazónica que predominaba en este lugar.
La ingeniera señala que los humedales del Parque Santander,
cananguchal del barrio la Ceiba, Inravisión, y el de la UNAL Sede Amazonia,
están asociados con la microcuenca de la quebrada Urumutú, o el caño Calderón.
Estos se caracterizan por tener saturaciones de oxígeno
iguales o cercana a cero y altas conductividades relacionadas con problemáticas
como la urbanización, residuos sólidos y el vertimiento de aguas residuales
domésticas.
En relación con los peces se encontró que el dormilón, el
cará y las sardinas son las especies que prevalecen. Cabe recordar que en
Leticia la pesca es la principal actividad económica tanto de abastecimiento
propio como para la venta.
Entre los humedales suburbanos visitó El Salado del km 17,
Finca la Julianita, el Retiro km 22, la Reserva La Manigua y Mundo Amazónico,
asociados en su mayoría con la quebrada la Beatriz y Yahuarcaca, en la vía
Leticia-Tarapacá.
“La calidad de sus aguas es buena; presenta mayores
porcentajes de saturación de oxígeno y menos problemáticas o impactos
ambientales causados por actividades humanas”, resalta la ingeniera ambiental
Arias.
“Con respecto a las plantas acuáticas, se encontró presencia
abundante de cortaderas y gramalotes, lo cual indica la gran cantidad de
nutrientes que hay en estos lugares”, menciona la ingeniera ambiental.
Algunos de los humedales evaluados presentan algún tipo de
protección ya sea por estar en zona privada, por formar parte de una reserva
natural, un resguardo indígena o por denominarse patrimonio ambiental.
Los resultados de su trabajo hicieron merecedora a María
José Arias del primer puesto en el concurso “Mejores trabajos de grado de
pregrado 2022” de las diferentes carreras de la UNAL.