jueves, 25 de octubre de 2018

Con semillas de zapallo mejoran calidad de grasa de cerdo

Un porcino al que se le suministró una dieta en la que el 50% correspondía a semillas de esta hortaliza produjo grasa compuesta en un 59,6 % por ácidos grasos poliinsaturados, los cuales contribuyen a prevenir el taponamiento de arterias y altos niveles de colesterol y triglicéridos.

En cuanto a la alimentación de cerdos, se postula a las semillas de zapallo como un posible sustituto del maíz, que representa el 50% del gasto total de la ración.

Las semillas de zapallo (Cucurbita moschata) se destacan por tener un alto contenido de ácidos grasos insaturados, además de vitamina E y carotenoides que permiten, a través de una dieta regular, favorecer la transformación de grasa de cerdos en grasa benéfica.
 Así lo asegura Ximena Hernández Arboleda, zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira.
Y explica que “de cada 100 g del magro dorsal, o lomo del cerdo, solo 9,95 g son grasa. Teniendo en cuenta que el consumo recomendado de grasa por porción para mujeres es de 12 %  y para hombres de 9 %, con esta investigación nos propusimos encontrar maneras de mitigar afectaciones negativas sin desmejorar el sabor de la carne”.
Para ello se trabajó en identificar si los procesos digestivos y fisiológicos del cerdo permitían el aumento, con la dieta, de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, los cuales contienen compuestos que el cuerpo humano no es capaz de generar por sí mismo y debe consumir para evitar deficiencias nutricionales.
Los cerdos del estudio estaban en etapa de precebo y su peso era de alrededor de 22 k. Durante 10 semanas, una de adaptación y nueve de prueba, se aplicaron gradualmente 3 tipos diferentes de dieta: una de 25 % semillas de zapallo y 75 % de concentrado comercial, otra 50-50 y la tercera compuesta 100 % por concentrado comercial, como esquema de alimentación de referencia.



“La dosis se implementó paulatinamente para que el proceso funcionara de la mejor manera. Cuando los cerdos alcanzaron su etapa de sacrificio, notamos que no hubo mayores diferencias en el peso de cada uno, rondando los 68 k”, asegura la zootecnista.
 Según la investigadora, el resultado permite postular las semillas de zapallo como un posible sustituto  del maíz, insumo que, por ser importado en su mayoría, representa gastos del orden del 50 % del total de la ración para cerdos.

La grasa del cerdo alimentado con una dieta compuesta en un 50 % por semillas de la hortaliza reportó un 59,6 % de ácidos grasos poliinsaturados (indicador conocido como asimilación); con la dieta del 25 % en semillas y el 75 % en concentrado se logró llevar ese indicador al 48,5 %, mientras que la alimentación compuesta completamente por concentrado comercial llegó en ese ítem al 30,8 %.
Así entonces, la mejor dieta logró aumentar los ácidos grasos poliinsaturados en un 28,8 % frente al esquema de alimentación de referencia.
La alternativa del zapallo made in U.N.



Las variedades nativas de zapallo tienen una producción promedio cercana a los 800 k de semilla por hectárea al año, en dos cosechas de esta hortaliza. Para el estudio se trabajó con el cultivar Unapal-Abanico 75, creado desde el Programa de Mejoramiento Genético de Hortalizas de la U.N. Sede Palmira por el profesor Sanín Ortiz Grisales, quien lideró la investigación.

“El estudio puede servir como un primer paso hacia una mejora mucho más sustancial de la calidad de la grasa de cerdo en el país, pensando en porcentajes cercanos al 100 % de ácidos grasos poliinsaturados a futuro”, proyecta la zootecnista.




Según un informe de la Institución, alrededor de 3 de cada 5 hectáreas sembradas con zapallo en el Valle del Cauca corresponden a cultivares creados en la U.N. Sede Palmira. Las variedades tradicionales en el departamento producen entre 16 y 30 toneladas por hectárea al año de fruto fresco, cuando son cultivadas con pocos insumos y nula asistencia técnica; entretanto el cultivar Unapal-Abanico 75 genera entre 50 y 70 toneladas en condiciones de alto empleo de insumos.
En un informe del Fondo Nacional de la Porcicultura de Colombia se reporta que en 2017 el consumo de carne de cerdo en el país alcanzó los 9,2 k anuales por habitante. A su vez, 7 de cada 10 familias incluyen la carne de cerdo en su dieta de proteína animal.

Fuente: http://agenciadenoticias.unal.edu.co/

miércoles, 17 de octubre de 2018

Aprovechamiento de maíz y frijol


Con maíz y fríjol aprovechan áreas subutilizadas del cultivo de caña

El proceso les permite a pequeños y medianos productores reducir costos al generar forraje como alimento para sus animales y evitar el uso de herbicidas en el control de las malezas que usualmente crecen en las áreas marginales del cultivo.


Para evitar la competencia por nutrientes en las áreas marginales de los cultivos de caña no se suele sembrar nada.

En cada cosecha se logró un rendimiento en producción de hasta 2,17 k/m2 de maíz (Zea mays) y de fríjol canavalia (Canavalia brasiliensis) en una de las áreas que usualmente no se siembran en los cultivos de caña de azúcar. El resultado se obtuvo durante la investigación adelantada por el zootecnista Luis Felipe Aguilera, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira. 


El profesor Luis Miguel Ramírez, quien dirigió el estudio, explica que “cada ciclo de producción de caña de azúcar dura entre 12 y 14 meses. En el periodo comprendido entre el sexto y el decimosegundo mes es posible aprovechar las áreas marginales de terreno para producir forrajes de rápida cosecha como el maíz y el fríjol caupí, en forma asociada, sin que estos obstaculicen el trabajo en la caña ni compitan por los nutrientes con esta”.

Según el docente, en estas áreas marginales crecen arvenses (malezas). Para que estas no proliferen y compitan por nutrientes con las plantas de caña, los agricultores suelen utilizar herbicidas, lo que constituye un costo adicional que no tendrían que realizar si donde crecen los arvenses siembran maíz y frijol de uso forrajero. 
Para el zootecnista Aguilera esta sería una alternativa importante para pequeños y medianos productores que trabajan con caña de azúcar y además crían ganado bovino para la comercialización de leche o carne. 

En el estudio se sembraron cuatro cultivos diferentes en un potrero subutilizado: fríjol caupí (Vigna unguiculata) y fríjol canavalia, ambos pertenecientes a la familia de las leguminosas; y maíz y sorgo forrajero (Sorghum vulgare), que forman parte de las gramíneas. 
El zootecnista destaca que “se seleccionaron estas especies por su rápido crecimiento. Asimismo, las leguminosas le aportan nitrógeno al suelo, factor que pueden aprovechar las gramíneas, configurando una sociedad”. 

Por esta razón se establecieron los cultivos asociados intercalados, entre gramíneas y leguminosas, modificando el orden en que se disponían las cuatro especies entre una unidad experimental (repetición) y otra. “Por ejemplo, sembrábamos maíz y luego frijol caupí, y en otra repetición maíz y luego canavalia. El objetivo era identificar cuál era la pareja de gramínea-leguminosa (tratamiento) que conformaba la mejor sociedad”, precisa el investigador. 
En total se cultivaron cuatro repeticiones en parcelas de 20 m2 por cada una de las cuatro sociedades posibles, durante 42 días. Como resultado se encontró que la sociedad de maíz y canavalia fue la de mayor rendimiento. 

En segundo lugar se ubicó la sociedad del maíz y el fríjol caupí, con 1,83 k/m2 en cada cosecha; la tercera posición la ocupó el sorgo forrajero con el fríjol caupí, con 1,8 k/m2, y el cuarto lugar fue para el sorgo y el fríjol canavalia, asociación con la que se obtuvo 1,72 k/m2
Según datos del Censo Nacional Agropecuario (DANE, 2014) en ese año en el Valle del Cauca había alrededor de 164.000 hectáreas de caña de azúcar sembradas (más de 10 veces el área del municipio de Silvania, Cundinamarca), es decir el 74,3 % nacional. Además ocho de cada 25 Unidades Productoras Agropecuarias del país dedicadas a este cultivo están en ese departamento. 
Según datos recogidos en la investigación, el 12 % de las hectáreas de cultivos de caña sembradas en el Valle del Cauca son subutilizadas (áreas marginales), entre callejones de los cultivos, canales de desagüe y otros espacios.

Fuente: Universidad Nacional de Colombia -Palmira 
www.palmira.unal.edu.c

lunes, 8 de octubre de 2018

Lentejilla de agua

Lentejilla de agua, alimento rentable para cachama blanca



Una dieta constituida por 50 % de concentrado comercial y 50 % de plantas acuáticas Lemna minor –una especie de lentejilla de agua– logró un aumento de 4 g en el peso promedio de cada pez, después de casi cuatro meses.

Como la unidad de producción básica de las cachamas blancas es de alrededor de 5.000 individuos, la mejora se traduciría en 20 kg de carne adicional para la venta a esa escala, explica Karen Viviana Perdomo Delgado, zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira. 

La profesional sostiene que además de una mejor producción, el principal atributo de la lentejilla de agua radica en la disminución de costos, si se tiene en cuenta que para alimentar durante cuatro o cinco meses a 5.000 peces se requerirían cerca de 45 bultos de concentrado comercial, cada uno de los cuales cuesta alrededor de 90.000 pesos. Al incluir en la dieta la lentejilla de agua se podría prescindir hasta de la mitad de los bultos comerciales, con lo cual se alcanzaría un ahorro cercano a los 2 millones de pesos. 

“Esto teniendo en cuenta que la lentejilla de agua se puede extraer de lagos, humedales y fuentes hídricas de poco movimiento, en los que suele abundar en grandes cantidades. Una vez obtenida la planta fresca y sin dañar las raíces, se puede cultivar con abono orgánico de los desechos de producción agropecuaria”, destaca la investigadora. 

Según su experiencia, la importancia de esta alternativa radica en la falta de producción de materias primas en Colombia para elaborar alimentos destinados a la piscicultura y al sector pecuario. “En el país nos vemos obligados a importar los concentrados, lo cual aumenta los costos y afecta especialmente a los pequeños productores”, agrega.

Cultivos en Puerto Asís

En las instalaciones del Laboratorio Granja Mario González Aranda, de la U.N. Sede Palmira, se dispuso de dos estanques almacenadores de agua lluvia de 720 m3, en los que se cultivaron las plantas de lentejilla de agua aplicando una pequeña porción de abono orgánico rico en nitrógeno, cuyo costo es cercano a los 2.000 pesos. 

“Estas plantas tienen un índice de proteína del 31 % y crecen vertiginosamente aprovechando los nutrientes existentes en el agua, lo que me permitió sacar entre 15 y 20 kg de lentejilla fresca cada siete días”, detalla la investigadora. 

Durante dos días, las plantas extraídas se secaban bajo el sol para después molerlas y empacarlas. Teniendo en cuenta la pérdida de peso del insumo en la deshidratación, se produjeron 30 kg de alimento para peces. 
El material fue llevado por la zootecnista hasta el municipio de Puerto Asís, que cuenta con una importante producción de cachama blanca gracias a las condiciones climáticas y a la disponibilidad de fuentes hídricas. 

Allí se trabajó con 405 peces para probar tres tratamientos: uno con un 25 % de lentejilla y 75 % de concentrado comercial; otro 50-50, y el tercero, que sirvió como testigo, solo a base de concentrado. 
Para cada tratamiento se destinaron tres tanques, para nueve en total. Después de 112 días del suministro de los alimentos se realizó un muestreo al azar de más del 11 % de los individuos, que fueron pesados y medidos. Los resultados arrojaron que el mejor tratamiento fue el de 50-50, en el cual los peces pesaron en promedio 125 g, frente a los 121 g alcanzados con el concentrado comercial. 

Según la zootecnista, otra ventaja de la lentejilla está en el sabor de los peces, pues cuando se alimentan con solo concentrado tienen un ligero sabor a barro al consumirlos, debido a que el concentrado se acumula en el fondo de los estanques y ellos deben “rasparlo” para comer, ingiriendo algo del material adherido.

“Con el crecimiento de la actividad piscícola que vemos en el país aumenta también la demanda de insumos para la producción. Por esta razón es tan importante encontrar alternativas de alimentación rentables”, concluye.

Fuente : http://www.palmira.unal.edu.co/