viernes, 1 de marzo de 2024

Pluggets del Mar, unión de saberes tradicionales y ciencia

 La cocina de Hilaria Valencia es el lugar de encuentro de un grupo de mujeres tumaqueñas que juntan sus manos, su sazón y su conocimiento tradicional para elaborar un novedoso y sabroso nugget de plumuda (plugged), pez de alto valor nutricional y de bajo costo que les sirve como materia prima.

Tanto la amistad como la Asociación de Mujeres Concheras de Raíces del Manglar (Asoraizmanglar) –con cerca de 40 integrantes– surgieron en el mangle, donde ellas solían encontrarse para conchar o extraer piangua, un molusco tradicional del Pacífico colombiano que era su único sustento económico; pero ahora, gracias a la capacitación y el trabajo conjunto con el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se volvieron expertas en transformar los alimentos.

Profesores y estudiantes de distintas disciplinas de la UNAL se aliaron para participar en la “Convocatoria nacional para el fomento de alianzas interdisciplinarias que articulen investigación, creación, extensión y formación en la Universidad Nacional de Colombia 2019-2021 (Sede Tumaco)”.

Así iniciaron el trabajo de la mano de los profesores Adriana Patricia Muñoz Ramírez –líder del grupo de investigación UN-ACUICTIO, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia– y Jairo Humberto López Vargas, del ICTA, director del grupo Aseguramiento de la Calidad de Alimentos y Desarrollo de Nuevos Productos.

Los investigadores identificaron que la actividad económica de las mujeres era débil porque se centraba en conchar y a veces la piangua escasea o se debe dar tiempo de veda por lo que debían parar por algunos meses y esto repercutían en sus ingresos económicos, afectando su calidad de vida.

Con el ánimo de seguir apoyando a las integrantes de la Asociación, el profesor López replicó una exitosa experiencia relacionada con la elaboración de embutidos a base de pescado que ya se había probado en otra región del país.

Aunque inicialmente se pensó utilizar dos tipos de pescado: plumuda y carduma, poco a poco se dieron cuenta de que la carduma ya tenía un alto valor comercial pues se empezó a exportar para elaborar harinas, por eso se quedaron con la plumuda. Después, en un taller de marca que recibieron, surgió el nombre del producto: Pluggets del Mar.

El valor agregado de los pluggets está en la plumuda, que aunque tiene alto valor nutritivo no se aprovecha debidamente; de hecho en época de abundancia se podían encontrar estos peces tirados en las calles. Ahora las mujeres les dan valor comercial.


Para lograr la transferencia adecuada de saberes, primero el profesor López hizo una serie de experimentos y análisis fisicoquímicos en los laboratorios del ICTA en la Sede Bogotá buscando el proceso más adecuado para preparar la receta con plumuda, y luego la zootecnista María Daniela Portela, estudiante de la Maestría en Ciencia y Tecnología de Alimentos, lideró los temas de apropiación social del conocimiento.





Del proyecto surgieron dos recetas: la del ICTA, con condimentación comercial, y la de Asoraizmanglar, con sazón autóctona y sabor tradicional. Así se promovió un diálogo de saberes.

El propósito inicial del proyecto era alimentar a los niños de las escuelas de Tumaco y ahora se quiere extender a otros sectores, pero para hacerlo realidad se necesita nueva sede para elaborar el producto, pues la cocina de Hilaria se quedó pequeña, lo cual es un buen indicio del éxito de la idea. En este momento buscan nuevas alianzas con entidades como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Una nueva sede sería un logro del proyecto, ya que evidenciaría que esta alianza no se quedó en lo académico, sino que fue capaz de avanzar hasta el emprendimiento.