Con la “azada surcadora” es más fácil que con el azadón tradicional hacer surcos y preparar el suelo para ubicar semillas, desterronar o aplicar nutrientes. Por su diseño, favorece el trabajo ergonómico y disminuye tanto los esfuerzos para el agricultor como el impacto negativo en el suelo. Esta nueva patente de la UNAL garantiza una herramienta que hoy no está disponible en el mercado.
Según el DANE, alrededor del 80% de los campesinos colombianos utilizan herramientas manuales como el azadón, que es una lámina de hierro rectangular afilada en su perfil y sujeta con un mango de madera.
“Tanto el azadón como la gambia (una azada con cuerpo más angosto) son herramientas fundamentales para terrenos pendientes, pero su poca evolución sigue haciendo difícil usarlas”, señala el ingeniero agrícola Gustavo Jiménez Narváez, egresado de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín.
Con esto en mente, ya desde su trabajo en el campo desde la década de 1950, el ingeniero Narváez confirmó una necesidad aún hoy latente. “En terrenos muy extensos los fertilizantes se aplican 'al voleo', es decir tomando un puñado de pequeñas partículas para lanzarlo y esparcirlo con ayuda del viento. Sin embargo, mientras la planta echa raíces este proceso se puede ver afectado por un 'periodo de lavado', que consiste en que la lluvia arrastra el fertilizante impidiendo que se aproveche”, explica.
Con la llegada de tecnologías de prototipado 3D en polímeros, y apoyados en el dibujo asistido por computadora (CAD), lograron réplicas de forma más ágil, modificaron las formas, mejoraron el espesor, la longitud y el ángulo, sin tener que acudir a procesos. . complejos de fabricación como la fundición.
“Elaboramos diferentes diseños hasta llegar al definitivo: una herramienta novedosa que no sella los poros del suelo, a diferencia del azadón tradicional. Tanto es así, que la probamos en un proyecto en el municipio de Cumbal (Nariño) y constatamos que podríamos calificarla como una herramienta sostenible, que no maltrata ni erosiona significativamente el suelo”, añade.
En la actualidad evalúan la posibilidad de comercializar la herramienta en Colombia y Latinoamérica: “hemos conversado con fabricantes de herramientas y con colegas de otras instituciones, como la Universidad Tecnológica de Pereira, para evaluar la posibilidad de aplicarle a la azada un recubrimiento metálico que mejore sus propiedades tribológicas y evite que las partículas del suelo húmedo se adhieran. También estamos diseñando otras herramientas para extraer papa de forma más ágil y menos agresiva”, finaliza el profesor García.
Todos los docentes implicados forman parte del Grupo de Investigación de Diseño Mecánico Computacional (DIMEC) de la UNAL Sede Medellín, y para el fundido de algunas piezas recibieron apoyo del Grupo de Investigaciones Pirometalúrgicas y de Materiales (GIPIMME) de la Universidad de Antioquia.