viernes, 28 de julio de 2023

Calendario de quemas mitigaría incendios forestales en Cravo Norte

 Las quemas que se salen de control y las acciones irresponsables de algunos turistas que instalan fogatas o dejan residuos de vidrio en el lugar amenazan el área protegida del Distrito de Manejo Integrado (DMI) Cinaruco, ubicado en el municipio de Cravo Norte (Arauca). Para contrarrestar los efectos negativos y prevenir incendios forestales se diseñó un calendario de quemas en el cual se reconoce el uso ancestral del fuego y cómo el trabajo conjunto con la comunidad puede prevenir que los ecosistemas se deterioren.

Entre los municipios de Arauca y Cravo Norte está Cinaruco, un área natural protegida que fue la primera en el país en ser declarada bajo la categoría de DMI, figura que protege los ecosistemas naturales y que además permite el uso de los recursos de manera sostenible para las comunidades indígenas y llaneras del departamento.

Conformada principalmente por sabanas inundables tropicales, humedales, bosques de galería y cuerpos de agua provenientes de los ríos Cinaruco y Capanaparo, esta zona natural se posiciona en el departamento por sus riquezas en flora y fauna. Sin embargo, en esta área, habitada especialmente por campesinos, las quemas que se salen de control constituyen un factor de riesgo.

Con la importancia de conocer que uso le dan al fuego los actores locales y enumerar que factores inciden en los incendios forestales, el Grupo de Investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (Ecolmod) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá adelantó un proyecto para generar estrategias que puedan prevenir los incendios forestales.

Del trabajo conjunto con la comunidad local, Parques Nacionales en cabeza de los encargados del Distrito Cinaruco, bomberos de Cravo Norte, Defensa Civil y otras instituciones del Estado, se construye un calendario de quemas, una herramienta gráfica que permite planificar y orientar las actividades forestales en torno a las quemas, y con ello organizar en detalle las acciones relacionadas con esta práctica.

“Con este calendario se empieza a describir mes a mes qué actividades realizan en la zona, y así caracterizar si había acciones que la comunidad realizara antes de los incendios forestales o, por el contrario, ver si hay alguna que esté incentivando el uso de fuego más de lo debido”, expresa la ingeniera forestal Alejandra Reyes Palacios, investigadora de Ecolmod.

En el calendario se observa que el primer trimestre del año es una época seca con temperatura más alta y más viento, lo que favorece que se presenten incendios forestales.

“El calendario busca que la comunidad reconozca cuáles son las épocas del año con mayor ocurrencia y cuáles son esas otras actividades que se puedan realizar, como las siembras”, señala la ingeniera.

Diferenciar el fuego de los incendios forestales

Aunque el fuego es una perturbación que puede ser natural, la mayoría de las veces es provocado por el ser humano (antrópica), ya que en las actividades productivas como laganadería o la agricultura el fuego se utiliza para provocar el rebrote de las pasturas o adecuar el terreno para sembrar. Pero, claro, si se sale de control puede provocar incendios forestales que requieren medidas de extinción.

“Existen muchos factores que hacen que el fuego se salga de control, como por ejemplo el viento o la humedad de la sabana. No es lo mismo quemar una sabana con una altura baja y mayor humedad a una completamente seca y alta”, explica la ingeniera forestal.

Por eso, con la metodología de grupos focales se construye de manera participativa el Sistema de Fuegos para el área de DNMI Cinaruco, listando los factores que inciden en los incendios forestales. Dentro de las capacitaciones, la comunidad ha manifestado que las quemas en la frontera con Venezuela también tienen una participación en los incendios forestales.

Así mismo se resalta la falta de fortalecimiento institucional que tiene una incidencia en el manejo del fuego, ya que existen pocas estrategias para reducir los riesgos por incendios; también una debilidad relacionada con el manejo oportuno de los desastres para mitigar los efectos ocasionados por el fuego, y además la presencia de actores armados en la región que es una amenaza constante.

“Es importante abordar estos procesos a partir de una educación ambiental y de sensibilización respecto a las sabanas, pues que este ecosistema esté adaptado al fuego no significa que se deba quemar con frecuencia, así que es preciso conocer el régimen de uso del fuego para este ecosistema, y también que si hay un pasto alto y seco este va a ser más inflamable, por lo que se prenderá con mayor intensidad”, asegura la investigadora.

Por eso los espacios de capacitación han sido valiosos, ya que se reconoce que el fuego tiene un rol dentro de los ecosistemas adaptados a este, además de ser una herramienta de manejo dentro de las practicas productivas e incluso para la prevención de incendios forestales permitiendo el manejo de combustibles.