La tecnología esencial utilizada para monitorear la evolución de virus en plantas es la misma que ayuda a monitorear el virus humano. El laboratorio de virología y protección de cultivos de la Alianza en Palmira, Valle, es pionero en el uso de tecnologías de secuenciación portátiles para la “vigilancia genómica”. Palmira, abril 6 de 2021.
En 2016, los cultivos de yuca en el sudeste asiático comenzaron a decaer debido a un agente desconocido. Los agricultores que esperaban cosechar las habituales raíces grandes de esta planta, consiguieron extraer tan solo trozos de este cultivo básico. Los investigadores determinaron que un virus causante de la enfermedad del mosaico de la yuca (CMD) en el sur de la India, había emergido en el sudeste de Asia, había enfermado a las plantas y se había propagado en los campos locales y a través de las fronteras nacionales.
Esto ocasionó millones de dólares en pérdidas en tanto que autoridades y expertos se reunieron para mitigar la propagación y hallar una cura. Si bien la escala de pérdidas humanas y las repercusiones económicas de la pandemia por COVID-19 son mucho mayores que los daños causados por CMD, los virus de las plantas pueden ser devastadores para los agricultores de bajos recursos debido a lo duradero de su impacto negativo en sus medios de vida y economías. Sin embargo, la virología subyacente es la misma. Cuando emerge un virus, los científicos se apresuran a monitorear su propagación y genética, de forma que las nuevas variantes puedan ser identificadas con prontitud y sea posible implementar respuestas rápidas.
Para que esto suceda con eficiencia, se deben implementar nuevas tecnologías, hacerlas ampliamente disponibles, y lo más importante, se requiere la disponibilidad de personal calificado.
Cuando CMD apareció en el sudeste asiático, la Alianza de Bioversity International y el CIAT invirtió en la tecnología y conocimiento necesarios para monitorear la enfermedad y la genética del virus causante, procedimiento que los científicos denominan “vigilancia genómica”. El laboratorio de virología de la Alianza en Colombia es pionero en el uso de tecnologías de secuenciación portátiles (Oxford Nanopore Technologies), para este propósito.
Esas mismas capacidades están ahora contribuyendo a monitorear la variación genética del SARS-CoV-2, virus que causa el COVID-19, en colaboración con autoridades nacionales de salud y otros 17 laboratorios en Colombia. “Cuando se realiza el diagnóstico de un virus, ya sea en humanos, plantas o animales, los retos y la tecnología necesarios son los mismos,” comentó Wilmer Cuéllar, quien lidera el Grupo de Virología y Protección de Cultivos en la sede regional de las Américas de la Alianza, ubicada en Palmira, Colombia.
“La información contenida en la secuencia genética de los virus es un recurso invaluable para mejorar el diagnóstico de enfermedades, la evaluación de nuevos tratamientos y la implementación oportuna de las labores de control a medida que aparecen nuevas variantes genéticas del virus”. Dentro del acuerdo de colaboración, el Instituto Nacional de Salud de Colombia (INS) envía muestras de virus SARS-CoV-2 al laboratorio de la Alianza para su secuenciación.Los resultados son transmitidos después al INS por los laboratorios pertenecientes a la red. El INS es el único responsable de publicar la detección de nuevas variantes genéticas del virus u otra información relevante detectada por el laboratorio de Palmira y los otros laboratorios nacionales de la red. Esta labor es financiada por el INS.
No es la primera vez que la Alianza colabora con la estrategia de Colombia para responder a la pandemia. En agosto pasado, Cuéllar y sus colegas secuenciaron el primer caso aislado de SARS-CoV-2 de Cali utilizando esta tecnología.
En el pasado mes de febrero, la Alianza acordó prestar ultracongeladores a las autoridades de salud pública para asistir en la distribución de vacunas contra el coronavirus, las cuales requieren temperaturas extremadamente frías para su transporte y almacenamiento.
Entrenamiento de nuevos expertos en secuenciación de virus Parte del rol de la Alianza es asistir en el entrenamiento de expertos en técnicas de secuenciación para el estudio de virus.
Hasta la fecha, el equipo de Cuéllar ha colaborado en talleres de tecnologías de secuenciación portátiles con investigadores de la Universidad del Valle, la sede Palmira de la Universidad Nacional y la Universidad ICESI, universidades que sirven principalmente al suroccidente de Colombia. “La colaboración ha sido una oportunidad para que la Alianza ayude a fortalecer las capacidades en virología para el diagnóstico molecular y la respuesta rápida en el país,” añadió Cuéllar. “Este desarrollo de capacidades tendrá impactos positivos hasta mucho después de que la pandemia desaparezca”.