Con un poco de atención, los humanos podemos percibir la sinfonía natural que forman las aves con sus trinos –compuestos de patrones y ritmos– que nos pueden llevar a descubrir el complejo mundo que se desarrolla entre los árboles y el viento.
“La importancia del sonido de las aves” es el título de un
recorrido por el campus de la Sede Bogotá de la Universidad Nacional de
Colombia (UNAL), organizado por el Museo de Historia Natural de la Institución
y liderado por estudiantes de la carrera de Biología, el cual le brindó una
experiencia inmersiva a la comunidad universitaria y al público en general.
Con alrededor de 1.968 especies registradas –es decir el
20 % del total global–, Colombia es líder mundial en registro de aves, las
cuales se pueden apreciar incluso en territorios urbanos.
Durante el recorrido se destacó la complejidad del canto de
las aves: mientras los sonidos de algunas son elaborados, llenos de matices y
variaciones, otras emiten cantos más cortos y simples.
Además, los estudiantes los enseñaron a los participantes a
identificar las especies mediante Merlin Bird ID, una aplicación que permite
captar el sonido de las aves y da una descripción detallada de cada una.
Los silbidos, chirridos y trinos se producen gracias a un
órgano especializado de las aves llamado siringe, que les permite emitir
sonidos complejos. En comparación, los humanos utilizamos la laringe para
producir la voz, pero, al igual que las aves, nos comunicamos por medio de este
sistema sonoro.
En la jornada se destacó que en Bogotá las aves comienzan a
cantar desde las 4:00 a. m., marcando el inicio del día. Sus sonidos
cumplen múltiples propósitos, como el cortejo, el marcaje de territorio y la
alerta de peligros.
En el campus de la UNAL Sede Bogotá se pueden escuchar y
observar varias especies de aves, entre ellas la mirla patinaranja (Turdus
fuscater), el canario silvestre (Serinus canaria), y la garza
ganadera (Bubulcus ibis).
Jimena Sotelo, estudiante de último semestre de Biología,
destacó “que las mirlas bogotanas son las más grandes del territorio nacional.
El sexo de esta especie se puede identificar por el anillo ocular de los
machos, que las hembras no lo tienen”.
En cuanto a los canarios silvestres, los guías advirtieron que frecuentemente estos son víctimas del tráfico ilegal, y a menudo también se confunde con el canario doméstico
Las mirlas son territoriales y tienen una dieta variada. Sin
embargo, la deforestación ha cambiado su hábitat, trasladándolas de tierras
bajas a zonas más altas.
El recorrido resalta la necesidad de apreciar y conservar la
avifauna colombiana, esencial para los ecosistemas por su papel en la
dispersión de semillas y en la regeneración de los bosques.
El Museo de Historia Natural de la UNAL invita a todos a
participar en sus actividades, dirigidas a conocer mejor la biodiversidad de
Colombia. Pueden consultar la programación en sus cuentas de Instagram:
@muscohnunal y @goun_unal