lunes, 9 de junio de 2025

La CVC y las comunidades de Punta Bonita y el río Naya se alistan para resguardar a estos reptiles en sus playas, con el acompañamiento técnico de la WCS.

 En un esfuerzo coordinado para proteger a una de las especies más emblemáticas del Pacífico colombiano, la CVC, con el apoyo técnico de la Wildlife Conservation Society (WCS), llevó a cabo una serie de acciones preparatorias antes de la temporada de anidación de tortugas marinas en zonas estratégicas como Isla Ají, bajo la jurisdicción del Consejo Comunitario del río Naya, y Punta Bonita, en el Consejo Comunitario del río Cajambre.

Las actividades incluyeron capacitaciones, sectorización de playas y socialización del protocolo de monitoreo comunitario, con el objetivo de reforzar la protección de los ecosistemas marino-costeros y fomentar la participación comunitaria en la conservación de estas especies en peligro.

 El protocolo de monitoreo comunitario es un instrumento relevante que permitirá a los grupos de caminantes realizar un seguimiento ordenado y estandarizado de los nidos y del comportamiento de las tortugas en playas claves como Ajicito (DRMI Isla Ají) y El Bajo (en el río Cajambre).

Durante las jornadas, se realizaron ejercicios de sectorización de las playas para identificar zonas críticas de riesgo para los nidos, así como áreas seguras para su posible reubicación, en caso de amenazas como la marea alta, erosión o presencia de depredadores. También se abordaron temas como la pesca incidental —una de las principales amenazas para las tortugas— y el uso de herramientas tecnológicas como GPS y aplicaciones móviles para sistematizar los datos de monitoreo en tiempo real.

“Estas acciones no solo mejoran nuestras capacidades técnicas como autoridad ambiental, sino que fortalecen el compromiso y el conocimiento de las comunidades afrodescendientes que tradicionalmente han convivido con estas especies. El monitoreo participativo nos permite generar alertas tempranas y tomar decisiones informadas para proteger a las tortugas marinas en sus sitios de anidación”, afirmó Maryory Márquez, funcionaria del Grupo de Biodiversidad de la CVC.

Desde la comunidad de Punta Bonita, los líderes del Consejo comunitario del río Cajambre valoraron el acompañamiento técnico de la Corporación. “Nosotras, como comunidad, llevamos años viendo cómo llegan las tortugas a nuestras playas. Este año, con el apoyo de la CVC y WCS, entendemos mejor cómo protegerlas, cómo actuar si el nido está en peligro y cómo enseñar a los niños y jóvenes que estas tortugas son parte de nuestra historia. Es una tarea que hacemos con amor y compromiso”, explicó Tania Lucia Diaz, integrante de la Asociación Guardianes del Manglar de Punta Bonita.

 La experiencia de la CVC demuestra que el trabajo conjunto entre instituciones y comunidades puede generar impactos positivos reales en la conservación de especies amenazadas. Con estas acciones preventivas, se espera reducir significativamente la pérdida de nidos y aumentar el número de crías lleguen al mar.