lunes, 11 de noviembre de 2024

Reforma agraria y zootecnia, la unión que necesita el campo colombiano

 En Colombia la reforma agraria se ha convertido en un pilar de debate en torno a la sostenibilidad, la justicia social y la soberanía alimentaria del país. En este contexto la Zootecnia, como ciencia dedicada a la producción animal y la gestión eficiente de los recursos agropecuarios, desempeña un papel protagónico en el desarrollo de un sistema alimentario robusto y autónomo.

Los expertos invitados a la charla “Reforma agraria, soberanía y seguridad alimentaria desde la Zootecnia”, realizada en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) durante la Semana de la Zootecnia 2024, coincidieron en señalar que esta disciplina no solo impulsa la productividad y la calidad de la producción ganadera, sino que además contribuye a la consolidación de la seguridad alimentaria mediante el fortalecimiento de las economías rurales.

Para lograr una reforma agraria efectiva en el país es necesario que los pequeños y medianos productores tengan acceso a tierras y recursos productivos, de manera que puedan implementar prácticas zootécnicas avanzadas que optimicen sus sistemas productivos. Esta disciplina aporta herramientas como el manejo eficiente de pasturas, el control de enfermedades, el bienestar animal y el mejoramiento genético, las cuales permiten mejorar la calidad y cantidad de carne, leche y huevos, productos esenciales para la dieta de los colombianos y que representan una fuente asequible de proteínas y nutrientes.

En un país con altos índices de importación de alimentos básicos, la Zootecnia se presenta como una vía para reducir esta dependencia y fomentar la autosuficiencia alimentaria. La correcta distribución de tierras y el apoyo a los productores locales mediante políticas públicas permiten que los alimentos sean producidos de manera sostenible, beneficiando tanto a las comunidades rurales como a los consumidores.

Reforma agraria, TLC y soberanía alimentaria

Con respecto a la pregunta sobre cómo incentivar el desarrollo agropecuario en el país, la zootecnista de la UNAL Sandra Natalia Barinas Salcedo sostuvo que la forma es “garantizarles a los campesinos bienestar en sus territorios y una mejor calidad de vida, asegurándoles que sus productos sean comercializados a precios que compensen la dura labor que implica el trabajo en el campo”. 

Por su parte, el abogado de la UNAL Luis Higuera Malaver, experto en territorio y conflicto, manifestó que “los campesinos, indígenas y pequeños productores han expresado la necesidad de una reforma agraria que les permita recuperar y acceder a tierras productivas, especialmente en regiones donde el conflicto armado y el desplazamiento han afectado históricamente la propiedad rural”. 

Para el experto, los tratados de libre comercio (TLC) afectaron gravemente el sector agropecuario, en especial al pequeño y mediano productor, pues “al concretar con otro país que se le comprará un producto pero con la condición de que se importe otro, los productores de ese alimento que se está trayendo a Colombia no tienen quién se lo compre porque el país ya trajo de otro lado una  considerable cantidad; eso está generando que la comida que no se puede vender se dañe y se bote, al mismo tiempo que afecta la economía de determinados sectores”. 

Aunque los TLC ofrecen acceso a alimentos más baratos que pueden beneficiar a los consumidores a corto plazo, una dependencia excesiva de importaciones y la falta de apoyo a los productores locales pueden poner en riesgo la seguridad alimentaria del país.

En ese sentido, la implementación de técnicas zootécnicas en un marco de reforma agraria fortalece la seguridad alimentaria en dos sentidos: asegura un suministro constante y asequible de alimentos de origen animal para la población, y mejora la calidad nutricional de estos productos. 

Lo anterior es especialmente importante en un país con zonas rurales donde la disponibilidad de alimentos frescos y nutritivos es limitada. Al mejorar la calidad de la producción ganadera local se reduce la necesidad de importar favoreciendo una economía más autónoma y resiliente frente a las fluctuaciones de los precios internacionales.

“Esta alianza es esencial para avanzar hacia una soberanía alimentaria real en la cual los alimentos no sean solo asequibles sino también el resultado de prácticas respetuosas con el medioambiente y las comunidades locales. Apostar por la Zootecnia en este proceso es apostar por un futuro más justo y autónomo en la producción alimentaria del país”, manifestó.

Cabe decir que la Zootecnia moderna no solo responde a una demanda social por prácticas éticas, sino que también tiene implicaciones en la calidad de los productos y en la sostenibilidad del sistema productivo. Animales en mejores condiciones tienden a ser más productivos y resistentes, lo cual refuerza la sostenibilidad del sistema alimentario.

La Zootecnia puede jugar un papel fundamental al fortalecer la producción local y mejorar la competitividad del sector agropecuario, pero esto requiere políticas que prioricen la sostenibilidad y la resiliencia del sistema alimentario colombiano. Un enfoque que combine la apertura comercial con el fortalecimiento de los productores locales contribuiría a una seguridad alimentaria más robusta, sostenible y equitativa para todos los colombianos.