martes, 30 de julio de 2024

Sede Palmira cumple 90 años aportando al desarrollo regional en Colombia

 La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira celebra este año 9 décadas de aportes al progreso del suroccidente colombiano a través de sus actividades de formación, investigación y extensión, con más de 12.000 egresados y 3.000 estudiantes del Cauca, Chocó, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca. El aniversario se conmemorará con eventos académicos, un libro sobre su historia y una exposición fotográfica, entre otras actividades.

Para hablar de los inicios de la Sede Palmira hay que remontarse al siglo XIX, cuando en Colombia emergieron dos modelos económicos capitalistas con enfoques distintos: el inglés, que promovía la gran propiedad rural y la producción intensiva, y el francés, basado en la pequeña propiedad rural y el desarrollo de cooperativas y asociaciones, e impulsado en el país por figuras intelectuales y políticas que influyeron profundamente en la visión agrícola del Valle del Cauca.

Entre ellos estuvo Manuel Esteban Ancízar Basterra, primer rector de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia –como se llamó en sus inicios la UNAL–, quien en su obra Peregrinación del Alpha resaltó la importancia de apoyar a las comunidades rurales para que se conviertan en pequeños empresarios, reflejando así el modelo francés, enfoque compartido por otros personajes y líderes vallecaucanos.

Sin embargo, en medio de la crisis mundial del capitalismo de 1929, y con una ley de emergencia que autorizaba la importación de alimentos, el sector agrícola colombiano estaba prácticamente arruinado y ante un desafío. En ese periodo llegó desde Puerto Rico al departamento la Misión Chardón para realizar un reconocimiento agropecuario, que al final sugirió que la investigación agrícola fuera transferida al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, país que mostró interés por tratarse de un territorio ubicado en el Trópico.

Esta propuesta marcó el primer momento de la Universalidad en el Valle del Cauca, destacando la transferencia de modelos agrícolas foráneos, especialmente estadounidenses, que se impusieron en la región.

En 1931, con la expedición de la Ley 132, cada departamento del país podía crear un instituto agrícola, el cual debería estar conformado por una escuela superior de agricultura, un servicio de extensión agrícola y una granja experimental, con la que ya se contaba, y el 5 de noviembre de 1934 se fundó en Cali la Escuela Superior de Agricultura Tropical con un plan de estudios adaptado al modelo francés y a las necesidades locales, que luego de superar diversas transformaciones y pasar a ser la Facultad de Agronomía, hoy celebra sus 90 años como Sede Palmira de la UNAL.

En resumen, la agricultura regional se desarrolló en medio de estas dos líneas de pensamiento, y con ello inició la historia de la Sede Palmira, como recuerda el profesor Néstor Fabio Valencia Llano, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, autor de varias publicaciones que compilan esta historia, y quien concluye que “con el tiempo se instauraron los dos sistemas productivos: el que  utiliza la agricultura convencional en amplias extensiones de tierra, y el de la pequeña propiedad rural, modelos que también influencian el currículo”.

Progreso e impacto en la región

Desde su fundación, la Sede Palmira ha estado a la vanguardia en la investigación agrícola, ambiental, agroindustrial y pecuaria, además de otros campos del conocimiento como el diseño y la administración, abarcando la transferencia tecnológica de modelos extranjeros y la investigación autóctona centrada en las necesidades locales.

La profesora Luz Stella Cadavid Rodríguez, vicerrectora de la Sede, anunció que “para celebrar este aniversario, durante este año el campus será el escenario de diversas actividades y eventos académicos que conmemorarán la rica trayectoria de la Universidad y su contribución al desarrollo regional de la mano de las comunidades. Además se publicará un libro y se desarrollará una exposición fotográfica con los hitos más relevantes de estos 90 años”.

Agro-ecología, comunidades y liderazgo femenino

En el legado de la Sede Palmira han sido fundamentales los aportes de la profesora titular Marina Sánchez de Prager en la evolución de la agro-ecología en la región. Su trayectoria comenzó hace más de 50 años, cuando la científica rompió barreras de género al ser la primera mujer en ocupar un cargo en un entorno dominado por hombres, rol que le permitió demostrar las capacidades de las mujeres en la ciencia y la agricultura y fue la primera Decana de Sede antes de que surgiera la figura de Vicerrector.

Bajo su liderazgo, la UNAL ha contribuido con el movimiento nacional y latinoamericano de la agro-ecología, formando profesionales y colaborando estrechamente con comunidades campesinas en la implementación de tecnologías blandas y prácticas de cultivo sostenibles.

Hortalizas, aporte de la Sede Palmira al país

En paralelo, el profesor emérito Franco Alirio Vallejo, primer vicerrector de la Sede Palmira, ha dejado una marca indeleble en la agricultura nacional a través de su trabajo con el grupo de investigación “Mejoramiento genético, agronomía y producción de semillas de hortalizas”, uno de los más antiguos de la Institución y que ha permitido la formación de 30 doctores, 55 magísteres y 130 profesionales al servicio del país.

Su contribución llevó al desarrollo de las variedades de hortalizas “Unapal”, que incluyen tomate chonto Maravilla, cilantro Laurena, habichuela Milenio, pimentón Serrano y zapallo Bolo Verde, innovaciones que han beneficiado en productividad y calidad a los agricultores nacionales, especialmente en Valle del Cauca, Cauca y Eje Cafetero.

Por sus aportes a la investigación, en 1994 el profesor Vallejo recibió el Premio Nacional en Ciencias de la Fundación Alejandro Ángel Escobar, y en 2021 la Orden Simón Bolívar en el grado Gran Maestro, conferida por el Ministerio de Educación Nacional.