viernes, 6 de diciembre de 2024

9 colegios rurales del Valle del Cauca son apadrinados por la UNAL para cerrar brechas

 Para facilitarles a los estudiantes la transición del bachillerato a la educación superior, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira capacita a los docentes y socializa material audiovisual en las instituciones públicas departamentales, en las cuales las matemáticas, la comprensión lectora y la gestión emocional representan los mayores retos. Menos del 5 % de los jóvenes supera los cursos de formación matemática, lo que refleja la urgente necesidad de una intervención.

Cada año cientos de estudiantes “primíparos” tienen dificultades al ingresar a la educación superior: la mayoría carece de hábitos de estudio y competencias básicas en lectura, escritura y matemáticas, lo que complica su adaptación a un entorno más exigente.

El problema no es solo académico, pues a este se suman aspectos afectivos o emocionales –como tener que dejar su casa para trasladarse a otra ciudad y conocer otra gente, otras rutinas– los cuales inciden con la concentración en el aula y la asistencia a clases.

La deserción universitaria tiene una de sus principales causas en el aprendizaje de las matemáticas; tanto es así, que de 400 estudiantes que inician un curso básico apenas 20 lo aprueban. Esto refleja no solo dificultades en los contenidos, sino también una carencia en aptitudes básicas de razonamiento y comprensión.

“La dependencia al uso de celulares y redes sociales causa desconcentración en clase, además de apatía hacia las actividades que implican realizar lecturas extensas o comprensión lectora, porque los estudiantes no cuentan con bases o competencias sólidas en estos procesos. También presentan dificultad para gestionar sus sentimientos, emociones y situaciones de estrés cuando empiezan a coincidir diferentes exigencias académicas como trabajos, exposiciones, parciales y demás”, explica la profesora Teresa Pontón, directora Académica de la UNAL Sede Palmira.

Los colegios rurales apadrinados como parte del proyecto colaborativo con la Gobernación del Valle del Cauca –para impulsar la educación superior y cerrar las brechas en el departamento– están ubicados en los corregimientos de El Cerrito, Potrerillo, Tablones y Rozo, en Palmira, así como en el municipio de Pradera; sin embargo, las diversas acciones implementadas por la UNAL en esta zona del país también benefician a otras instituciones de zonas aledañas.

Las matemáticas, el reto

En un reciente conversatorio organizado por la Dirección Académica de la UNAL Sede Palmira con maestros de los colegios públicos beneficiados y otros profesores rurales de la región se divulgaron las principales estrategias diseñadas para estudiantes y docentes, entre las que destaca la presentación de 14 videos didácticos con la resolución de los problemas matemáticos más frecuentes, los cuales se subieron a la cuenta oficial de YouTube de la UNAL.

Del mismo modo, con el objetivo de intercambiar iniciativas pedagógicas entre los colegios y la Universidad, se llevarán a cabo jornadas de capacitación dirigidas a los docentes de estas instituciones. Además, estos profesores y los tutores de la UNAL han abierto espacios de diálogo para identificar necesidades y adaptar los contenidos desde la educación media.

“Queremos que los colegios del Valle del Cauca sientan que forman parte de la UNAL, que haya una relación constante. Por ejemplo, si un colegio tiene énfasis agropecuario, la Universidad, con su fuerte componente en investigación, puede brindar apoyo en esos procesos”, señala la profesora Pontón.

Cabe destacar que el acompañamiento de la UNAL no se limita al momento del ingreso, sino que durante los dos primeros semestres se activa una red de apoyo que involucra a Bienestar Universitario, representantes estudiantiles y profesores, quienes tienen un papel fundamental en esta etapa, ya que deben asumir la responsabilidad de fortalecer la autonomía y las competencias básicas del estudiantado mediante el fomento del hábito de la lectura y la escritura, así como de la capacidad de interpretar y razonar, habilidades esenciales en matemáticas y otras disciplinas.

En una segunda fase, a través de la Dirección Académica la UNAL planea incluir profesores de educación media en el diseño de los nuevos materiales educativos para asegurarse de que estos respondan a los requerimientos específicos de los estudiantes.