miércoles, 24 de julio de 2024

Conflicto e intermediarios, retos para la seguridad alimentaria en el Meta

 La presencia de grupos armados y la falta de acceso al mercado se identificaron como los principales obstáculos para desarrollar la agricultura y garantizar la seguridad alimentaria en el Meta, un departamento con abundante biodiversidad y recursos agrícolas.

La abogada Liliana Marcela Baquero Torres, estudiante de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, centró su trabajo de investigación en identificar y analizar los factores determinantes que afectan la comercialización de los productos agrícolas en el Meta.

Su estudio se fundamenta en los datos de 405 pequeños agricultores –junto con sus 30 asociaciones y sus 30 unidades productivas en la región–, recopilados con dos propósitos: identificar las condiciones actuales que ellos enfrentan, y proponer estrategias y soluciones que mejoren su situación económica y fortalezcan su seguridad alimentaria.

La inseguridad

Durante décadas el Meta ha sido severamente afectado por la violencia en el país, especialmente su población rural. Según la Defensoría del Pueblo (2024), entre 2018 y 2023 se emitieron 11 alertas tempranas para la región. La más reciente, en febrero de 2023, cobijó a los municipios de Cubarral, El Castillo y Lejanías, debido a la presencia de grupos identificados como disidencias de las FARC (frentes 40 y 53) que provocan terror y control territorial, especialmente en zonas rurales montañosas.

Al indagar sobre la vulnerabilidad de los campesinos, 150 agricultores decidieron no informar sobre sus condiciones en ese sentido, como una muestra del inconformismo por el abandono y la inseguridad en el campo. De los que respondieron, 125 no presentan condiciones de vulnerabilidad, 32 se identificaron como madres o padres cabeza de familia, y había 1 persona en condición de discapacidad.

Los resultados arrojaron que del 40 % de los campesinos agricultores han sido afectados directamente por la violencia; de estos, el 10 % son desplazados, el 2 % desmovilizados, y el 88 % víctimas directas del conflicto mediante amenazas, atentados, desplazamiento forzado, minas antipersona, violación, tortura, desaparición forzada, homicidio, masacre, secuestro, despojo y abandono.

El estudio abarca el periodo 2013-2014, y se desarrolló en los municipios de Villavicencio, Granada, Cubarral, El Dorado, Fuente de Oro, San Juan de Arama, Lejanías y Acacías, “elegidos tanto por la relevancia de los datos sobre el conflicto armado y las alertas tempranas reportadas por la Defensoría del Pueblo, como por su representatividad en el contexto de la investigación sobre la vulnerabilidad y el fortalecimiento emocional de los campesinos en el departamento”, comenta la investigadora.

Relación desigual con los intermediarios

Los principales productos agrícolas cultivados en los municipios estudiados, y su participación, son: café (36 %), plátano (20 %), cacao (16 %), guayaba pera (6 %), mandarina arrayana (5 %), aguacate lorena (5 %), naranja tangelo (5 %), naranja Valencia (3 %), maracuyá (2 %) y yuca (2 %); estos representan la base agrícola predominante en la región analizada.

El estudio destaca el impacto negativo de los intermediarios en el sector agrícola del departamento, ya que estos aprovechan que los campesinos no tienen acceso directo a los mercados para comprarles sus productos a precios muy bajos. Esta práctica reduce significativamente los márgenes de ganancia de los productores y los deja en una posición económica vulnerable.

“La seguridad alimentaria garantiza que todos, tanto en áreas urbanas como rurales, tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos para desayuno, almuerzo y comida. Los campesinos desempeñan un papel crucial en la producción de estos alimentos”, afirma la investigadora. Sin embargo, la falta de transparencia en las transacciones y la escasa información sobre precios y costos de transporte dificultan una negociación justa, lo que afecta los ingresos de los agricultores, y por ende su capacidad de satisfacer sus necesidades básicas.

Los factores determinantes identificados en este estudio ofrecen un marco integral para que los campesinos y el Meta fortalezcan la gestión agrícola y mejoren el proceso de comercialización. Desde el fortalecimiento de la asociatividad y la integración hasta la transformación y generación de valor agregado, cada factor aborda específicamente las falencias encontradas en el sistema actual, como la alta intermediación y las dificultades para adaptarse a las demandas del mercado.

Implementar estas propuestas no solo empoderará a los agricultores, sino que además promoverá más justicia económica, fortalecerá la economía local y contribuirá significativamente a la seguridad alimentaria regional.

Es crucial destacar que la capacitación en tecnología, sostenibilidad y gestión emocional, junto con la consolidación de políticas público-privadas orientadas a infraestructura y apoyo financiero, son elementos clave para asegurar el éxito de estas iniciativas. Estas medidas no solo mejorarán las condiciones de vida de los campesinos, sino que también fomentarán la resiliencia frente a los desafíos climáticos y socioeconómicos, posicionando la agricultura campesina como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria en la región del Meta.







No hay comentarios:

Publicar un comentario