Comunidades del Cesar y La Guajira trabajan conjuntamente con docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz en la elaboración de dispositivos para el monitoreo de la calidad del agua a partir de totumas, botellas plásticas y otros materiales reciclables.
Los prototipos diseñados hasta el momento detectan, entre
otros parámetros, el pH (nivel de acidez), el oxígeno disuelto (cantidad de
oxígeno en el agua), el color aparente (sustancias disueltas en el agua), la
temperatura, la turbidez (pérdida de transparencia), y la presencia de algunos
metales pesados como cadmio, mercurio, plomo, cobre o hierro.
El profesor Jaime Andrés Pérez Taborda, de la UNAL Sede de
La Paz, señala que la grave situación del agua potable en el país ha generado
un interés por estudiar la forma de acompañar a estas comunidades para que
tengan una mejor calidad de vida.
De esta reflexión surge la idea de crear una “plataforma
multisensorial integrada”, es decir una herramienta que permita hacer un
control autónomo de las aguas, con datos cada vez más precisos.
“Pretendemos que los ciudadanos participen en el monitoreo
de la calidad del agua, porque, en últimas, son ellos quienes tienen un papel
fundamental de vigilancia de sus propios recursos naturales”, agrega el
docente.
La iniciativa surge ante los enormes desafíos que se tienen
en la gestión de la calidad del agua en regiones en donde sus usos son diversos
(domésticos, industriales y agrícolas) y en donde es necesario contar con un
sistema de alertas tempranas que garantice que el agua es apta para consumo
humano.
El docente reconoce además que se trata de un reto colosal,
debido a la problemática que existe alrededor de la contaminación del agua en
regiones como la cuenca del valle del río Cesar y La Guajira, en donde se
adelantan iniciativas de diversificación productiva y energética, y en donde
algunas de las nuevas apuestas –minería de metales– afecta los acuíferos.
Características de los dispositivos
El profesor recuerda que “uno de los primeros prototipos se
elaboró con una botella plástica para agua. En ese primer momento solo teníamos
dos sensores, para medir temperatura y conductividad eléctrica, pero ya hemos
llegado a sondas de seis variables”.
Con la participación de estudiantes de la UNAL Sede de La
Paz, diseñaron otro prototipo para determinar los usos del suelo y su impacto
en las aguas subterráneas. El dispositivo consta de una totuma que tiene en su
interior una placa o circuito electrónico y hace las veces de caja electrónica,
conectada a una sonda; “tiene una serie de sensores que se introducen en la
tierra para realizar la medición. Los valores y ubicaciones se envían a una
aplicación móvil, que luego se encarga de nutrir la plataforma de datos en la
red”, explica el docente Pérez.
El investigador indica que “no depender de las baterías fue
un aprendizaje que surgió del trabajo en la Amazonia, en donde nos dimos cuenta
de los grandes problemas que causan las altas temperaturas, la humedad y la
disposición final de las baterías, además de los enormes retos en
interconectividad”.
Este proyecto se adelanta con la profesora Alba Ávila, de la Universidad de los Andes, en el marco del proyecto Community Technology Literacy IEEE.