La comunicación es el pilar de la vida, y un claro ejemplo de ello es la forma en que las aves lo hacen mediante curiosas melodías que producen sus cantos. Un ávido biólogo logró desentrañar los cambios en estos sonidos que hacen que la “reinita crestinegra”, un animal de gran importancia en el país, sea distinta en lugares como en la Serranía del Perijá, en el Cesar. Esto sería un interesante indicador de sus cambios, la defensa de su territorio y la transmisión de mensajes.
Esta ave es endémica de América del sur, y su hábitat se
encuentra distribuido por Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú, en áreas
montañosas de altitudes entre los 1,200 y 3,000 metros sobre el nivel del mar.
Se caracteriza por su distintivo plumaje amarillo y su cresta negra, aunque
esto cambia dependiendo de si es macho o hembra, pues los colores de sus alas
pueden ser más oscuros.
Son muy pequeñas, pero a la vez muy activas, y se mueven
rápidamente entre las ramas buscando insectos y otras presas pequeñas que
forman parte de su dieta; la existencia de subespecies de esta reinita es todo
un misterio, sin embargo, gracias a los esfuerzos de Mateo Soler Barbon,
biólogo de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), y el profesor Andrés
Cuervo, del Instituto de Ciencias Naturales, esto podría dejar de ser un vacío
en el entendimiento de la especie.
El biólogo Soler se tomó la tarea de estudiar los senderos
del Ecoparque Nukasa, en Zipaquirá, que alberga ecosistemas de bosque
altoandino y páramo muy bien conservados; así como la Reserva Natural Floresta
la Sabana, en La Calera, que es uno de los hogares predilectos de esta peculiar
ave de cresta pronunciada.
Allí recopiló datos de por lo menos 15 parejas de la reinita
crestinegra y las sometió a un experimento sumamente atractivo, ya que les puso
en una grabación, (el método en sí se llama playback y se usa
un parlante), en la que se escuchaban los cantos de aves que son de su misma
especie, pero que habitan en Cesar (Perijá) y en el centro de Perú (Áncash). La
idea era observar qué ocurría, si era posible que estos pajaritos reconocieran
los llamados de sus “parientes”, o si por el contrario era una “tonada”
distinta para ellos.
Lo que encontraron es fascinante, pues como el mismo
investigador cuenta, los cantos de las reinitas del Perijá son muy distintos
tanto a los de las aves en Cundinamarca, como en Perú, y esto podría deberse a
que la especie en Cesar tiene un carácter aislado, lo que significa que no
tienen ningún tipo de contacto, incluyendo el reproductivo, con las poblaciones
de la cordillera oriental, y, por ende, guardarían diferencias en la forma en
que cantan.
Recordemos que estos sonidos de comunicación en las aves pueden
variar por varias razones entre ellas: la evolución y adaptación a lo largo del
tiempo en cada lugar; el aislamiento entre un grupo y otro; el aprendizaje
vocal, dependiendo de los cantos a los que estén sometidos desde pequeños
pueden variar su interpretación sonora, o las presiones ambientales, pues puede
que los niveles de ruido en regiones distintas incidan e influyan en la
comunicación de los pájaros.
“Las parejas de aves de esta región de Cundinamarca son
capaces de reconocer sus cantos y comunicarse, y, de hecho, también puede
discernir aquellos que son de las reinitas de Perú; sin embargo, no ocurre lo
mismo con las que vienen de Perijá, allí parece haber una entidad taxonómica
diferente, lo que podría significar que sería tal vez una subespecie, pero aún
hacen falta más investigaciones que ahonden en esta diferencia”, asegura el
investigador Soler.
Dentro de las variables medidas para llegar a esta
conclusión estuvieron: cuánto tiempo se demoraban en responder vocalmente o
cantar cuando escuchaban la grabación, cuánto tiempo se tomaban las reinitas
para acercarse al parlante de donde provenía el sonido, cuántos saltos daban
estas aves durante y después de escuchar los cantos (este comportamiento denota
una posición de defender el territorio para la especie), el tiempo que gastaban
cantando, y el número de vocalizaciones que hacían.
Según el biólogo, cada día se ponía un tratamiento o
grabación, en total fueron 60 experimentos, y luego de tenerlos eran analizados
en el software estadístico RStudio, que permite caracterizar y
diferenciar cada sonido en el canto de las aves; así como encontrar las
frecuencias y ocurrencias de cada una de las características medidas en estos
pájaros.
“El flujo de genes que se produce a lo largo de la
Cordillera de los Andes en estas aves, podría ser la respuesta para que las
reinitas de Cundinamarca entiendan el canto de las de Perú”, indica el
investigador.
Añade que, si se toma un ave de esta especie que habita en
Cundinamarca y se lleva al Cesar, puede que no consiga pareja debido a su alto
grado de discriminación a los cantos de las reinitas de ese lugar, y aquí es
fundamental seguir investigando e intentar hacer los mismos experimentos en el
Perú y la Serranía del Perijá, con el objetivo de determinar si se repite el
patrón y si efectivamente son entidades taxonómicas distintas.
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