Bajo una lluvia que parecía bendecir la tierra, la hacienda Chambimbal, en el municipio de San Pedro, se transformó en epicentro de vida y esperanza. En una jornada cargada de compromiso ambiental, se sembraron 5.550 árboles, dejando una huella en el territorio y en la conciencia de quienes participaron.
Guayacán rosado, pomarrosa, zapote, mango y caimo amarillo
son algunas de las especies nativas que ahora comienzan a crecer en este nuevo
pulmón verde, todas provenientes del vivero de la CVC. Más que embellecer el
paisaje, estos árboles restauran el ecosistema y fortalecen los corredores
ecológicos que conectan suelos, fuentes hídricas y la biodiversidad local.
La actividad fue posible gracias a la articulación entre la
CVC, el Ingenio Pichichí y la Alcaldía de San Pedro, en conmemoración del Día
Nacional del Árbol. La celebración se tradujo en acción concreta de restaurar,
proteger y sembrar vida.
El director general de la CVC, Marco Antonio Suárez
Gutiérrez, destacó que San Pedro fue el municipio que más árboles sembró en
esta jornada regional.
Simultáneamente, en la vereda Monterrey, zona rural alta de
Guadalajara de Buga, la CVC y la empresa Aguas de Buga sembraron 2.000 árboles
en una zona estratégica para la conservación hídrica y la conectividad
ecológica.
“Cada árbol plantado es más que una semilla, es una promesa de sombra para las generaciones futuras, agua para nuestros ríos y refugio para la vida silvestre. Pero también es un llamado colectivo a seguir sembrando juntos, no solo árboles, sino cultura ambiental, responsabilidad y futuro” indicó Suarez Gutiérrez.
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