LA CVC REALIZA LIBERACIÓN DE FAUNA SILVESTRE Y ACOMPAÑA LA TEMPORADA DE BALLENAS EN BUENAVENTURA
En medio de una maratónica jornada en el Pacífico
Vallecaucano se realizó la liberación de 33 animales, entre ellos dos babillas,
once tortugas de diferentes especies y veinte boas constrictor, que tras un
proceso de recuperación lograron volver a su hábitat natural.
El director recordó que muchos de estos animales llegan al
Centro producto de rescates en zonas urbanas y rurales, de entregas voluntarias
o de decomisos. “En ocasiones, como ocurrió con varias de las babillas, las
comunidades encuentran a los animales y nos avisan para que la CVC intervenga.
Otras veces son entregados voluntariamente, como sucede con algunas boas
halladas en fincas o cañaduzales. En cada caso hacemos un proceso de valoración
rigurosa para garantizar que estén en condiciones de volver a la naturaleza.
Ese es nuestro compromiso”, agregó Suárez Gutiérrez.
Control y vigilancia en temporada de ballenas jorobadas
Posteriormente, en sectores como Juachacho y Bahía Málaga,
se realizaron las labores de control y vigilancia en el marco de la temporada
de ballenas jorobadas, un fenómeno natural que cada año atrae a visitantes y
comunidades locales. Estas imponentes especies recorren más de 8.500 kilómetros
desde el sur de Chile y la Antártida para llegar a las cálidas aguas del
Pacífico colombiano, donde cumplen su ciclo reproductivo entre los meses de
julio y octubre.
“Estamos en el sector de Negritos, observando cómo hacen el
avistamiento de nuestras ballenas jorobadas, un espectáculo único que nos
recuerda la riqueza del Pacífico. Son animales que hoy suman apenas 20.000
ejemplares en el mundo, lo que nos obliga a cuidarlos con mayor
responsabilidad. Su presencia aquí no solo es un regalo de la naturaleza,
también es un motor para el turismo sostenible, que beneficia directamente a
nuestras comunidades”, afirmó Suárez Gutiérrez.
El Director destacó el trabajo pedagógico que realizan los
funcionarios de la Corporación con las comunidades y los operadores turísticos:
“Durante los recorridos entregamos recomendaciones claras: mantener una
distancia mínima de 200 metros, acercarse de forma paralela al trayecto de las
ballenas, poner en neutro el motor de la embarcación cuando estén cerca y, por
supuesto, nunca arrojar plásticos ni residuos al mar. Lo más valioso es que los
mismos lancheros locales han ido asumiendo estas prácticas, y hoy se han
convertido en aliados. Ellos entienden que proteger a las ballenas significa
también proteger su futuro y el de sus familias”.
Con estas dos acciones, la CVC reafirma su papel como
autoridad ambiental comprometida con la vida en todas sus formas, promoviendo
un equilibrio entre la conservación de la fauna silvestre, la protección de los
ecosistemas marinos y el fortalecimiento del turismo responsable en el Pacífico
Vallecaucano.