viernes, 21 de noviembre de 2025

Vasos y platos de cascarilla de uchuva, una alternativa al plástico de un solo uso

 Tal vez no haya escuchado hablar del capacho, la envoltura natural en la que crece la uchuva y que se retira antes de comerla, pero con este material pueden fabricarse vasos, platos y otros implementos para la industria alimentaria que, en apenas 90 días, se degradan casi por completo, todo lo contrario al plástico de un solo uso, que puede tardar más de cien años en desaparecer de la tierra.

Así como lo lee: en la naturaleza estaría la respuesta para dejar de usar las toneladas de plástico que cada al año se desechan en el planeta, y que en grandes masas terminan convirtiéndose en un desecho contaminante de mares y océanos, y que se fragmenta en pequeños pedazos (microplásticos) que los peces y aves confunden con comida.

Según Naciones Unidas, cada año se producen en el mundo más de 400.000 toneladas de plástico, de las cuales solo se recicla el 10 %. En Colombia, cifras de la organización ambiental Greenpeace señalan que de más de 1 millón de toneladas solo se recicla alrededor del 26 %. Y un último dato alarmante: cerca del 40 % del plástico que se produce en el mundo es de un solo uso, como vasos, platos, cucharas y tenedores, entre otros.

Por eso el profesor Jesús Manuel Gutiérrez, de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), decidió mirar hacia un fruto que muchos colombianos han degustado, pero cuyo envoltorio natural a veces es olvidado: la uchuva y su capacho, es decir aquello que la recubre cuando apenas nace en la planta.

Con la financiación del programa Visión Circular, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, el profesor Gutiérrez y el semillero de investigación SIMNA convirtieron kilos de capacho de uchuva y almidón de yuca en un vaso que resiste por 20 minutos el café caliente que usted se toma en la mañana, también en platos para pastel, el mismo pocillo tintero, o incluso en un “plástico” para guardar botellas de vino.

Soluciones con sello UNAL

La innovación, presentada en el 10° Encuentro de Investigación - Creación de la Facultad de Artes de la UNAL, dejó a los asistentes con la boca abierta, pues a futuro estos empaques y recipientes se convertirían en el sustituto perfecto del plástico.

“Nuestro objetivo era producir el material sin usar químicos ni sintéticos de ningún tipo, sino únicamente ingredientes naturales; para eso usamos el capacho de uchuva proporcionado por una empresa de Chía que produce y exporta esta fruta a lugares como Países Bajos”, comenta el profesor Gutiérrez.

El proceso para fabricar este “plástico” natural consiste en secar, moler y pesar el capacho y combinarlo con el almidón de yuca en agua fría, que luego se calienta a una temperatura adecuada. Esto produce un gel al que se agrega glicerina vegetal (producto comercial obtenido de aceites vegetales como el de coco o palma), la cual le da la flexibilidad necesaria para elaborar los productos.

“La glicerina vegetal se usa para darle forma al material, pues inicialmente parecería un cartón. En este momento trabajamos en obtener una patente para comenzar a registrar los prototipos que vayamos elaborando, con la información y receta necesaria para su fabricación. En este proceso ha sido muy valioso el aporte de todos los estudiantes del Laboratorio de Prototipos y Productos de la Escuela de Diseño Industrial, a quienes agradezco su conocimiento y tiempo dedicado a la experimentación”, indica el profesor Gutiérrez.

Dentro de los ensayos evidenciaron que si el capacho no se molía era muy difícil darle forma al material, por ello era necesario llevarlo a dimensiones parecidas a una harina para obtener el mejor producto posible.

Por otro lado también se realizó un seguimiento al color obtenido del producto, con algunas formulaciones que tendían hacia el caqui o amarillo, mientras que otras eran marrones; y dentro de las formas de obtener el material se diseñaron 12 procesos diferentes, con concentraciones y variaciones específicas según lo que se quiera trabajar o elaborar.

La vajilla completa

Ya se crearon prototipos de platos de cerca de 10 cm en una termoformadora (máquina que calienta y moldea el material), y se están haciendo pruebas para determinar que el prototipo sea completamente seguro para usarse en la industria.

A su vez, se trabajó manualmente un moldeo de platos y recipientes que se “pintaban” con mezclas de remolacha, lechuga, paprika o cúrcuma para darle color. Y, si se quisieran hacer bolsas, se ensayo con un proceso de marcación con el sello de la Universidad en el material, el cual fue exitoso.

“La idea inicial era crear un molde que contuviera a las uchuvas mientras eran exportadas a Europa, por lo que también se realizaron prototipos para hacer este proceso, además de un vaso tintero que soporta 20 minutos el café sin que el material se dañe, el cual está cubierto por capacho de uchuva, y cuyo recipiente tiene una parte comestible con almidón modificado que se usa para yogures con sabor a queso o melocotón”, expresa el experto.

Por último, pero no menos importante, se encontró que el 90 % de estos prototipos se degradan en 90 días, y en solo 10 días ya se genera este proceso en un 50 %. El experimento se realizó con un tarro en el que se ponía humos con lombrices de tierra, y en otro una muestra del material que entraba en contacto.