sábado, 29 de noviembre de 2025

Mosquitos silvestres de la Amazonia y Cesar revelan genes de resistencia a antibióticos

 En las selvas del Amazonas y en las zonas rurales del Cesar, investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sedes Medellín y de La Paz identificaron en mosquitos silvestres una sorprendente combinación de virus y genes asociados con la resistencia a antibióticos. El hallazgo sugiere que estos insectos, conocidos por transmitir enfermedades como el dengue o el zika, también actuarían como centinelas biológicos de la contaminación y los cambios ambientales que afectan la salud humana y animal.

Aunque mosquitos como Aedes aegypti o Culex quinquefasciatus son conocidos por transmitir enfermedades como el dengue o el zika, el universo microscópico que llevan dentro sigue siendo un territorio poco explorado. Los llamados “arbovirus” (virus transmitidos por mosquitos o garrapatas, entre otros artrópodos) son responsables de millones de infecciones cada año en regiones tropicales y subtropicales. En esta familia también se incluyen el chikungunya, la fiebre amarilla y el Nilo Occidental.

En Colombia, el monitoreo de mosquitos y otros insectos para identificar los virus que transportan (vigilancia entomovirológica) se ha concentrado en los entornos urbanos y en unos pocos virus de importancia epidemiológica, dejando sin explorar los ecosistemas naturales donde se originan y se mantienen muchos de estos agentes infecciosos.

“Este tipo de vigilancia permite anticipar brotes, entender cómo cambian los virus en su ambiente y reconocer qué especies de insectos están actuando como portadoras, información fundamental para prevenir la transmisión antes de que llegue a las poblaciones humanas”, menciona el ingeniero biológico Daniel Fernando Largo, estudiante de la Especialización en Biotecnología de la Facultad de Ciencias de la UNAL Sede Medellín.

A ello se suma un contexto ambiental marcado por la deforestación y el cambio climático, factores que alteran el equilibrio ecológico y amplifican el contacto entre humanos, animales y vectores. Según el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en 2024 se deforestaron 113.608 hectáreas en el país, lo que representa un aumento del 43 % frente a 2023. El incremento ha afectado departamentos como Caquetá, Meta, Guaviare y Putumayo, zonas esenciales para la conectividad ecológica entre los Andes y la Amazonia; en Antioquia, Norte de Santander y La Guajira también presentan un impacto importante.

Paralelamente, la Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2024 fue el año más cálido jamás registrado, con un aumento promedio de 1,55 °C por encima de los niveles preindustriales. Este incremento global de temperatura, que también se refleja en la Amazonia, modifica los ciclos de lluvia y favorece la expansión geográfica de mosquitos y otros vectores transmisores de enfermedades.

Al mismo tiempo, la resistencia antimicrobiana —causada por el uso indiscriminado de antibióticos— se ha convertido en una amenaza creciente para la salud pública y el ambiente, al favorecer la circulación de bacterias resistentes en aguas, suelos y organismos silvestres.

En este escenario, conocer qué virus y genes circulan en los insectos se vuelve fundamental tanto para anticipar riesgos sanitarios y ecológicos como para fortalecer las estrategias de prevención. Así lo plantean los expertos del proyecto “Caracterización molecular de genes víricos y de resistencia antimicrobiana en el transcriptoma de poblaciones silvestres de culícidos y flebotomíneos de Amazonas y Cesar” (código Hermes 63201), resultado de una alianza de grupos de investigación de la UNAL Sedes Medellín y de La Paz.

Del bosque al laboratorio

El investigador hace referencia a fenómenos conocidos como spillover y spillback, procesos en los que los virus pueden pasar de los animales silvestres a los humanos y viceversa. “Los mosquitos y flebotomíneos -que se alimentan de sangre- funcionan como puentes biológicos entre ecosistemas; cuando se desplazan o cambian de hábitat, los virus se mueven con ellos”, agrega.

El muestreo se realizó en 3 regiones del país: Cesar (La Paz, San Diego, San José de Oriente y Los Fundadores), Caquetá (Santo Domingo) y Amazonas (Leticia y San Pedro de los Lagos), durante las temporadas de bajas precipitaciones, entre agosto de 2023 y abril de 2024.

En total se conformaron más de 20 “pools” o grupos de especímenes para su análisis, con predominio de Aedes aegypti y Culex en el Caribe seco, Psychodopygus y Lutzomyia en el piedemonte amazónico, y Aedes albopictusCoquillettidia venezuelensis y Nyssomyia fraihai en la selva húmeda tropical. Esta diversidad permitió comparar ambientes contrastantes, desde ecosistemas ganaderos y agrícolas hasta bosques de alta pluviosidad.

Las colectas se realizaron mediante trampas tipo CDC (dispositivos de succión con luz que atraen a los insectos hematófagos durante la noche y los capturan en un pequeño contenedor) y cebo humano, una técnica en la que una persona protegida sirve de atrayente para capturar mosquitos que buscan alimentarse de sangre. Ambos métodos son estandarizados en entomología médica para obtener ejemplares adultos de mosquitos y flebotomíneos.

La identificación taxonómica se efectuó a partir de caracteres morfológicos y se confirmó mediante secuenciación Sanger del gen de la citocromo oxidasa I (COI), una región del ADN mitocondrial que funciona como una “huella genética” para diferenciar especies, conocida en biología molecular como barcoding.

Posteriormente, gracias a la técnica de metatranscriptómica —que permite examinar simultáneamente el material genético activo en una muestra—, se logró caracterizar por primera vez en Colombia el conjunto de virus presentes en estas especies y su perfil de resistencia antimicrobiana.

Virus desconocidos y genes resistentes en los mosquitos del país

Los resultados revelan que los llamados virus insecto-específicos —aquellos que solo se replican dentro de las células de los insectos y no infectan a vertebrados— predominan en las poblaciones silvestres. Aunque no representan un riesgo directo para las personas, su presencia sí puede influir en la capacidad de los mosquitos para transmitir arbovirus como el dengue o el zika, al competir por los mismos recursos dentro del organismo del vector o interferir con su replicación.

Además, el estudio identificó genes asociados con la resistencia a antibióticos en mosquitos del género Culex, algunos de ellos vinculados a plásmidos —fragmentos circulares de ADN que las bacterias utilizan para intercambiar información genética— y a bacteriófagos, virus que infectan bacterias y pueden transportar genes entre ellas. Ambos actúan como vehículos de transferencia horizontal, un proceso mediante el cual los microorganismos comparten material genético sin necesidad de reproducirse.

“Aunque nuestros resultados no significan que los mosquitos transmitan esos genes, sí muestran que están en contacto constante con bacterias y contaminantes del entorno, lo que refleja el impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas”, explica el investigador.

Agrega que “el 8 % de los genes de resistencia identificados se asociaban con elementos genéticos móviles, es decir segmentos de ADN que se pueden desplazar dentro del genoma o pasar de una bacteria a otra a través de mecanismos naturales de intercambio genético”.

Según el estudiante, “esto muestra la posibilidad de intercambio entre especies microbianas y evidencia una exposición prolongada a antibióticos en el ambiente, lo que refuerza la necesidad de monitorear estos procesos no solo en hospitales o granjas, sino también en la fauna silvestre y en los ecosistemas naturales”.

La investigación empleó secuenciación de última generación y análisis bioinformático para reconstruir los genomas virales detectados y clasificar las familias predominantes. Entre ellas se encuentran Metaviridae, Chuviridae, Rhabdoviridae y Flaviviridae , algunas reportadas por primera vez en especies del país. Los investigadores planean devolver los resultados a las comunidades participantes, en el marco de un ejercicio de apropiación social del conocimiento.

Para el ingeniero biológico Largo, el trabajo demuestra que los insectos pueden ser aliados en la vigilancia ambiental y sanitaria. El estudio fue liderado por la profesora Claudia Ximena Moreno Herrera, de la Facultad de Ciencias de la UNAL Sede Medellín. También participaron los profesores Gloria Ester Cadavid, Giovan Gómez y Howard Junca. Además, contó con el apoyo del estudiante de Ingeniería Biológica Harold Gómez. Los resultados de este trabajo se presentaron durante UNAL Investiga 2025, iniciativa de la Dirección Nacional de Investigación y Laboratorios, de la Vicerrectoría de Investigación.

 






viernes, 28 de noviembre de 2025

En Cesar descubren 6 familias de cactus polinizados por abejas

 Las abejas son los polinizadores por excelencia en la Tierra, y gracias a su trabajo miles de plantas se pueden reproducir. En La Paz (Cesar), un grupo de biólogos analizó el polen almacenado por estas pequeñas trabajadoras, y descubrió que la familia de los cactus (cactáceas) son uno de sus grupos vegetales preferidos. Incluso identificaron 6 especies que nunca se habían reportado en Colombia como polinizadas por abejas.

La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz ha ahondado en la manera como se analiza el polen de las abejas melíferas (que producen miel), pues algunas técnicas tradicionales –como la microscopía– presentan limitaciones para identificar formas y tamaños que pueden ser similares, porque sí: estas pequeñas bolitas de polvo floral que ellas recolectan y combinan con un poco de néctar o saliva, también se diferencian según la región y el entorno que las rodee.

“Además requiere un tiempo considerable entre cada muestra y un personal especializado que haga los análisis”, explica la investigadora Maryuri Lobo Torres, estudiante de Biología de la UNAL Sede de La Paz e integrante del grupo Semilla del Conocimiento del Cesar, del que también forma parte Elías Bechara Zainúm, de la Universidad del Sinú Seccional Cartagena.

Por ello los investigadores implementaron un sistema para analizar el material genético o ADN del polen con mayor nivel de detalle, lo cual permite describir y encontrar las especies vegetales con las que más interactúan las abejas en Cesar.

“Es similar a lo que ocurre al escanear un código de barras en un supermercado, y cuando las secuencias del ADN se encuentran se comparan con bases de datos internacionales para identificar las especies y los géneros específicos”.

“Estas técnicas ya se han utilizado ampliamente, pero en el bosque seco tropical colombiano su aplicación ha sido limitada, máxime cuando se trata del pan de abeja –como también se le conoce al polen–, un alimento compuesto de polen, miel y enzimas que las abejas fabrican y almacenan en sus colmenas y del que se alimentan cuando son jóvenes y larvas”, explica la estudiante Lobo.

Una gran diversidad para un pequeño polinizador

Para el estudio las muestras se recolectaron en la minigranja solar La Paz – Verso Solenium, en donde manejan colmenas tipo Langstroth, comunes en esta industria y que facilitan la extracción y selección de la miel. Con la ayuda de trabajadores de la microempresa Miel Silvestre se extrajeron las muestras de panales de 3 colmenas y se almacenaron en el Laboratorio de Propiedades Biológicas y Químicas de la UNAL Sede de La Paz.

Luego se extrajo el pan de abejas de las colmenas y se almacenó en tubos pequeños con el fin de realizar dos caracterizaciones con 150 miligramos: una microscópica y otra molecular. En la primera se hizo un lavado y luego una tinción, técnica que permite resaltar la capa externa de los granos de polen para facilitar la identificación en el microscopio, con un aumento de hasta 400 veces el tamaño real.

En la segunda caracterización se usaron 3 métodos de ruptura del grano de polen, pues su capa externa es muy resistente y se requieren métodos combinados; en este caso se usaron: una maceración con un mortero, perlas de vidrio, y un homogeneizador inalámbrico; luego se realizaron 4 extracciones de ADN y se amplificaron 2 fragmentos de genes que cumplen funciones importantes en los cloroplastos de las plantas, responsables de la fotosíntesis. Los resultados se compararon con bases de datos internacionales.

El estudio encontró que este grupo de abejas melíferas de Cesar recolectan polen de hasta 92 géneros y 18 familias de plantas, en las que se destaca un 60 % de cactáceas, entre ellas de los géneros LeuenbergeriaPereskia y Rhodocactus.

“Esta riqueza se explica en que la especie se caracteriza por alimentarse de muchos tipos de plantas; en cuanto al alto porcentaje de cactáceas, este se relacionaría con el ambiente semiárido y seco, y estas plantas son abundantes”, explica la investigadora Lobo.

Además, 6 familias reportadas dentro del análisis del polen no se habían reportado antes en Colombia para estas abejas, lo cual obedecería a las limitaciones en las bases de datos nacionales, la taxonomía que puede confundirse en el polen, y los escasos estudios que existen de la flora local y de la región.

Por último, la estudiante Lobo señala que que el método usado para analizar el polen es menos costoso: 225 dólares (unos 900.000 pesos) frente al de otros métodos más avanzados de secuenciación genética, que pueden llegar a los 2.550 dólares (alrededor de 10 millones de pesos).

Además de la investigadora Lobo, el equipo de expertos está integrado por Claudia Arenas, Brayan Anaya, y Diego Tirado, estudiantes de la UNAL Sede La Paz, y Diana Mantilla Escalante, de la Dirección Académica de la misma Sede. El proyecto fue financiado por la Convocatoria Nacional de Extensión Solidaria 2023, y en él participaron el semillero Alianza Estratégica para la Agricultura del Futuro, el grupo de investigación Semilla del Conocimiento del Cesar, y el semillero Genética y Sociedad, del grupo de Investigación Biodiversidad para la Sociedad. Los resultados se presentaron en  Unal Investiga 2025






jueves, 27 de noviembre de 2025

CVC Y COMUNIDAD SIEMBRAN 5.000 ALEVINOS DE BOCACHICO EN EL RÍO LA VIEJA

 En la orilla del río La Vieja, a la altura del municipio de Cartago, la CVC lideró una jornada de siembra de 5.000 alevinos de bocachico con el apoyo de la comunidad arenera y la Fundación Sembrando el Planeta, una actividad que busca recuperar la población de peces y fortalecer la conciencia ambiental en la región.

“Estamos en el río La Vieja, realizando una siembra de alevinos de bocachico, una actividad con la que buscamos promover la sostenibilidad y fortalecer la conciencia ambiental entre pescadores y areneros de la zona, quienes son nuestros aliados clave en el cuidado y protección de este importante afluente”, destacó John James Díaz, funcionario de la Regional Norte de la CVC.

La jornada se realizó junto con la comunidad arenera de Cartago y la Fundación Sembrando el Planeta, como una acción estratégica que aporta a la recuperación ambiental del afluente y al fortalecimiento de las comunidades que dependen de él.

Díaz resaltó que “esta siembra en el río La Vieja contribuye directamente a la conservación biótica, ya que esta especie no solo representa una fuente de alimento para las comunidades ribereñas, sino también para otras especies que habitan en el ecosistema del río. De esta manera, fortalecemos la cadena alimentaria y aportamos al equilibrio natural de toda la cuenca”.

 Desde la comunidad arenera, Jorge Gómez, integrante de la organización Codelrío Cartago, resaltó la importancia de estas acciones conjuntas. Agradeció la vinculación de la Corporación y el acompañamiento que también han recibido por parte de la Fundación Sembrando el Planeta.


"Esto es muy importante porque, debido al mal manejo del ser humano, la población de peces ha disminuido con el tiempo. Este río siempre ha sido majestuoso y muy rico en recursos. Esperamos que esta no sea la única jornada, sino que pueda repetirse muchas veces más”, señaló.

 Por su parte, Felipe de los Ríos, representante de la Fundación Sembrando el Planeta, destacó la importancia ecosistémica de esta labor. “Acciones como esta son fundamentales porque permiten aportar alimento a otras especies y mantener un equilibrio ecológico donde existan depredadores, presas, biomasa y se cumplan los ciclos de vida necesarios para que el ecosistema se mantenga saludable y en armonía”, señaló.

Esto es muy importante porque, debido al mal manejo del ser humano, la población de peces ha disminuido con el tiempo. Este río siempre ha sido majestuoso y muy rico en recursos. Esperamos que esta no sea la única jornada, sino que pueda repetirse muchas veces más”, señaló.

 Por su parte, Felipe de los Ríos, representante de la Fundación Sembrando el Planeta, destacó la importancia ecosistémica de esta labor. “Acciones como esta son fundamentales porque permiten aportar alimento a otras especies y mantener un equilibrio ecológico donde existan depredadores, presas, biomasa y se cumplan los ciclos de vida necesarios para que el ecosistema se mantenga saludable y en armonía”, señaló.




martes, 25 de noviembre de 2025

Nuevos envases más livianos y sustentables para la exportación de fruta fresca

 La sustentabilidad se define como el desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, manteniendo un equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental.

La industria frutícola también ha incorporado este concepto en su quehacer, por lo que los retailers internacionales y consumidores finales demandan una producción sustentable y que cada uno de los eslabones de la cadena vaya en esa misma línea. 

Al respecto, TYPACK Chile–RECIPET desarrolló clamshells livianos, una innovación que reduce significativamente el uso de plástico sin comprometer la resistencia del envase ni su desempeño en las líneas de embalaje.

Cristóbal Villar, gerente de la compañía, comentó a Portalfruticola.com que la innovación responde tanto a necesidades logísticas como a una convicción estratégica: "Nuestros envases viajan dentro de Chile y hacia mercados internacionales, por lo tanto, deben ser competitivos en costos, pero también representar un impacto ambiental menor”. 

Fue claro al señalar que poseen una meta ambiciosa, “lograr que entre el 70% y el 80% del portafolio reduzca entre un 12% y un 15% su gramaje hacia el primer semestre de 2026, mediante rediseños, mejoras en procesos y el uso de láminas más delgadas con propiedades técnicas equivalentes o superiores”.

Nuevo envase de uva de mesa

Consultado sobre el proceso de desarrollo del clamshell para uva de mesa, explicó que validaron la idea, pilotearon el modelo a pequeña escala y luego a nivel industrial, lo que les permitió avanzar más rápido. “En tres meses ya teníamos un piloto, y en seis meses estábamos vendiendo el producto comercialmente”, señaló.

Agregó que el foco principal fue mantener las prestaciones clave del envase, especialmente la correcta apertura y cierre, su facilidad de desabillado en las líneas de embalaje, la estabilidad en la cadena logística y su resistencia al apilado y transporte.

Tecnología en envases 

Indicó que para lograr la reducción de un 13% del peso total, TYPACK introdujo mejoras significativas en la ingeniería de su producción, trabajando en una modificación de cavidades en los moldes, optimización del proceso de termoformado para lograr espesores más uniformes y uso de extrusoras de mayor precisión para garantizar una lámina homogénea incluso con menor espesor.

“Una lámina más delgada solo funciona si la distribución del material es óptima. Por eso ajustamos moldes y mejoramos el termoformado para asegurar que el clamshell mantuviera su integridad en todo el envase”, explicó Villar.

Puntualizó que el diseño estructural general del clamshell no cambió, pero la mejora en el proceso permitió una mejor distribución de la resistencia, haciendo que cada milímetro de plástico sea más eficiente.

El gerente señaló: “Los clientes valoran que puedan presentar su fruta en envases que reducen su huella de carbono. Al usar menos plástico, disminuye el uso de combustibles fósiles y por lo tanto el impacto global del transporte”.


Sustentabilidad más allá 

El ejecutivo acotó que en la empresa trabajan con 100% material reciclado, 50% reciclado y 50% virgen, o 100% virgen. Cada producto de bajo gramaje puede incorporar RPET sin afectar su calidad. “Esa flexibilidad nos distingue en el mercado”, señaló.

Puntualizó que esto permite a los clientes elegir envases que no solo utilizan menos plástico, sino que además incorporan material recuperado del mercado local, reforzando la economía circular.

Expansión hacia otras frutas y mercados

La estrategia de envases livianos no se queda solamente en la uva de mesa. "Durante 2025 incorporamos dos formatos clave para arándanos, destinados a exportaciones desde Chile y Perú", indicó el gerente.

Explicó que el objetivo es replicar el modelo en otros berries y frutas frescas, y fortalecer la presencia de TYPACK en la cadena de valor internacional.

Dijo que durante 40 años han incorporado material reciclado e impulsado prácticas de desarrollo importantes. "Nuestro compromiso es seguir ofreciendo envases competitivos, que mejoren el rendimiento de nuestros clientes y que permitan una mejor relación con el medioambiente”.

“Queremos que nuestros clientes puedan relacionarse mejor con su entorno a través del uso de menos plástico, sin sacrificar calidad. Ese es nuestro norte”, concluyó.


viernes, 21 de noviembre de 2025

Vasos y platos de cascarilla de uchuva, una alternativa al plástico de un solo uso

 Tal vez no haya escuchado hablar del capacho, la envoltura natural en la que crece la uchuva y que se retira antes de comerla, pero con este material pueden fabricarse vasos, platos y otros implementos para la industria alimentaria que, en apenas 90 días, se degradan casi por completo, todo lo contrario al plástico de un solo uso, que puede tardar más de cien años en desaparecer de la tierra.

Así como lo lee: en la naturaleza estaría la respuesta para dejar de usar las toneladas de plástico que cada al año se desechan en el planeta, y que en grandes masas terminan convirtiéndose en un desecho contaminante de mares y océanos, y que se fragmenta en pequeños pedazos (microplásticos) que los peces y aves confunden con comida.

Según Naciones Unidas, cada año se producen en el mundo más de 400.000 toneladas de plástico, de las cuales solo se recicla el 10 %. En Colombia, cifras de la organización ambiental Greenpeace señalan que de más de 1 millón de toneladas solo se recicla alrededor del 26 %. Y un último dato alarmante: cerca del 40 % del plástico que se produce en el mundo es de un solo uso, como vasos, platos, cucharas y tenedores, entre otros.

Por eso el profesor Jesús Manuel Gutiérrez, de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), decidió mirar hacia un fruto que muchos colombianos han degustado, pero cuyo envoltorio natural a veces es olvidado: la uchuva y su capacho, es decir aquello que la recubre cuando apenas nace en la planta.

Con la financiación del programa Visión Circular, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, el profesor Gutiérrez y el semillero de investigación SIMNA convirtieron kilos de capacho de uchuva y almidón de yuca en un vaso que resiste por 20 minutos el café caliente que usted se toma en la mañana, también en platos para pastel, el mismo pocillo tintero, o incluso en un “plástico” para guardar botellas de vino.

Soluciones con sello UNAL

La innovación, presentada en el 10° Encuentro de Investigación - Creación de la Facultad de Artes de la UNAL, dejó a los asistentes con la boca abierta, pues a futuro estos empaques y recipientes se convertirían en el sustituto perfecto del plástico.

“Nuestro objetivo era producir el material sin usar químicos ni sintéticos de ningún tipo, sino únicamente ingredientes naturales; para eso usamos el capacho de uchuva proporcionado por una empresa de Chía que produce y exporta esta fruta a lugares como Países Bajos”, comenta el profesor Gutiérrez.

El proceso para fabricar este “plástico” natural consiste en secar, moler y pesar el capacho y combinarlo con el almidón de yuca en agua fría, que luego se calienta a una temperatura adecuada. Esto produce un gel al que se agrega glicerina vegetal (producto comercial obtenido de aceites vegetales como el de coco o palma), la cual le da la flexibilidad necesaria para elaborar los productos.

“La glicerina vegetal se usa para darle forma al material, pues inicialmente parecería un cartón. En este momento trabajamos en obtener una patente para comenzar a registrar los prototipos que vayamos elaborando, con la información y receta necesaria para su fabricación. En este proceso ha sido muy valioso el aporte de todos los estudiantes del Laboratorio de Prototipos y Productos de la Escuela de Diseño Industrial, a quienes agradezco su conocimiento y tiempo dedicado a la experimentación”, indica el profesor Gutiérrez.

Dentro de los ensayos evidenciaron que si el capacho no se molía era muy difícil darle forma al material, por ello era necesario llevarlo a dimensiones parecidas a una harina para obtener el mejor producto posible.

Por otro lado también se realizó un seguimiento al color obtenido del producto, con algunas formulaciones que tendían hacia el caqui o amarillo, mientras que otras eran marrones; y dentro de las formas de obtener el material se diseñaron 12 procesos diferentes, con concentraciones y variaciones específicas según lo que se quiera trabajar o elaborar.

La vajilla completa

Ya se crearon prototipos de platos de cerca de 10 cm en una termoformadora (máquina que calienta y moldea el material), y se están haciendo pruebas para determinar que el prototipo sea completamente seguro para usarse en la industria.

A su vez, se trabajó manualmente un moldeo de platos y recipientes que se “pintaban” con mezclas de remolacha, lechuga, paprika o cúrcuma para darle color. Y, si se quisieran hacer bolsas, se ensayo con un proceso de marcación con el sello de la Universidad en el material, el cual fue exitoso.

“La idea inicial era crear un molde que contuviera a las uchuvas mientras eran exportadas a Europa, por lo que también se realizaron prototipos para hacer este proceso, además de un vaso tintero que soporta 20 minutos el café sin que el material se dañe, el cual está cubierto por capacho de uchuva, y cuyo recipiente tiene una parte comestible con almidón modificado que se usa para yogures con sabor a queso o melocotón”, expresa el experto.

Por último, pero no menos importante, se encontró que el 90 % de estos prototipos se degradan en 90 días, y en solo 10 días ya se genera este proceso en un 50 %. El experimento se realizó con un tarro en el que se ponía humos con lombrices de tierra, y en otro una muestra del material que entraba en contacto.








jueves, 20 de noviembre de 2025

Podemos medir el Mutirão Global? La COP30 puede movilizar la acción colectiva en pro de la resiliencia climática

La COP30 de este mes insta a la acción colectiva – "Mutirão" – para hacer frente a la crisis climática. Un ingrediente fundamental para reunir a gobiernos y partes interesadas es un conjunto estándar de indicadores (el Objetivo Global de Adaptación) que pueda impulsar la inversión y la acción a escala mundial y local. Siga leyendo para conocer ejemplos de avances en materia de adaptación en África.

La Presidencia brasileña de la COP30 ha introducido una nueva y poderosa frase en el vocabulario climático: Mutirão Global, un llamado a la acción colectiva basada en la solidaridad y el esfuerzo compartido. En Brasil, un mutirão es cuando los vecinos se encuentran y trabajan juntos para resolver un reto que ninguna persona puede afrontar por sí sola.

También es una perspectiva poderosa para abordar la adaptación climática, ya que la resiliencia no se construye de forma aislada: crece a partir del conocimiento compartido, la inversión coordinada y la responsabilidad en todos los niveles. 

Mientras el mundo se reúne en Belém, este espíritu alcanza un hito crucial: la adopción del Objetivo Global de Adaptación (GGA, por sus siglas en inglés) – el primer marco global para medir el progreso real en la creación de resiliencia. Para la Alianza de Bioversity International y el CIAT, este es un momento para demostrar cómo la ciencia, la política y la acción liderada por los agricultores pueden convertir la ambición colectiva en resultados concretos sobre el terreno.





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martes, 18 de noviembre de 2025

ESTUDIANTES SON AVISTADORES DE AVES EN CALIMA EL DARIÉN

 VARIAS ESPECIES FUERON OBSERVADAS

En el marco de la Feria Ambiental, estudiantes del Gimnasio del Calima participaron en una jornada de avistamiento de aves liderada por la CVC, promoviendo la conservación de la biodiversidad local.

Con el objetivo de sensibilizar a la comunidad sobre la riqueza de la avifauna del municipio de Calima El Darién, la CVC realizó una exitosa jornada de capacitación teórica y práctica en el Centro de Educación Ambiental (CEA) Calima.

 La actividad se desarrolló como parte de la reciente Feria Ambiental, convocando a estudiantes de la Institución Educativa Gimnasio del Calima. En la fase teórica, funcionarios de la CVC compartieron con los jóvenes las pautas esenciales y éticas que debe seguir un observador de aves: el uso correcto de binoculares, vestimenta, escucha y el respeto por el hábitat natural. Se hizo especial énfasis en las especies nativas que habitan en la zona.

Posteriormente, la jornada se trasladó a la práctica con un recorrido guiado por los senderos ecológicos del CEA. Con los conocimientos recién adquiridos, los estudiantes pudieron aplicar las técnicas de avistamiento y disfrutaron de la observación de diversas especies, entre las que se destacan los gavilanes, tangaras, loros y otras más.

“Estas actividades prácticas son fundamentales, pues transforman el conocimiento de las aulas en una experiencia vivencial y un compromiso real con nuestro entorno, y es importante que la comunidad reconozca la biodiversidad que la rodea; el CEA Calima es un bosque urbano que muchos desconocen”, afirmó Paula Andrea Soto Quintero, profesional universitaria de la CVC regional Pacífico Este.


La CVC y la Alcaldía de Calima El Darién reiteran su compromiso con la educación ambiental, herramienta clave para la sostenibilidad y la protección del patrimonio natural.