La biodiversidad de la vida esta amenazada no solo por efectos negativos de muchas de nuestras actividades diarias, sino también por algo que podríamos llamar la globalización biológica.
La biodiversidad puede ser la garantía para la continuidad de la actual civilización humana pero también puede ser su perdición. Todo depende de como la usemos. Si la usamos reconociendo sus potenciales y no olvidando y dejando de lado sus limitaciones, podremos construir una cultura que sea sustentable a largo plazo. Pero, si seguimos el camino actual de derroche y consumo sin ninguna consideración, seguramente los cambios ambientales originados por el calentamiento global y por la ruptura de la capa de ozono nos obligaran a reflexionar (aunque sea tarde) y seguramente ocacionaran varias variaciones de amplia magnitud que tendrán repercusiones sociales y económicas para todo el mundo.
Un informe publicado por Naciones Unidas sostiene que para el 2050 el incremento del nivel del mar ocasionara que 250.000.000 de personas que habitan en las zonas costeras de los 5 continentes, tengan que emigrar asitios no inundables. Pensar en el costo ecológico que ocacionara este desplazamiento forzoso de los "refugiados ecológicos", como lo llama la ONU, nos hace consientes de que lo que esta en juego no es un asunto de poca monta.
