jueves, 24 de diciembre de 2015

" 2015 ENCUENTRO CON LA NATURALEZA"

ESTAMOS A POCOS DÍAS DE DAR INICIO A UN NUEVO AÑO!!



Queremos dejar con ustedes una reflexión :
Que estas haciendo tu para salvaguardar la naturaleza?
Pues bien se parte de ella siempre recordando que somos creados todos y todas con un fin ;

EL CIELO ES PARA LA TIERRA
LA TIERRA ES PARA EL HOMBRE 
Y EL HOMBRE PARA CUIDAR Y RESPETAR TODO LO QUE ESTA EN SU ENTORNO !

Bendiciones en este fin de año y nos encontraremos nuevamente si Dios nos permite en el 2016.  

miércoles, 16 de diciembre de 2015

"2015 ENCUENTRO CON LA NATURALEZA"



Nathan Russell termina un nuevo ciclo en el CIAT como Jefe de Comunicaciones Corporativas, donde trabajó por más de 17 años.

Siempre quiso escribir como Octavio Paz. Si hubiese llegado a México cuando tenía cinco años y no a los 29, cree que lo hubiese logrado. La claridad y la exactitud de cada frase del poeta y ensayista mexicano es su mayor admiración. Pero, si hubiese llegado a México cuando tenía cinco años y no a los 29, el mundo de la ciencia se hubiese privado de la claridad y la exactitud de cada frase de Nathan Russell.
Por más de 30 años Nathan se ha dedicado a escribir sobre ciencia. Pese a su vasta experiencia nunca deja de sorprenderse. Allí está la clave. Pasa horas enteras escuchando a los científicos, indagando sobre lo desconocido. Lo hace con tanta naturalidad que un texto suyo puede estar listo en cuestión de horas.
Pese a que su vocación primaria es la literatura, recién graduado comprendió que no quería ser docente y que tampoco tenía madera para involucrarse en el mundo de las editoriales. Lo que realmente le apasionaba era trabajar con el idioma y con la ciencia. Por eso aceptó su primer trabajo como editor científico en la Universidad de Illinois


Nathan, quien nació en Alabama, Estados Unidos, recorrió innumerables lugares en África, Asia y América Latina buscando historias de impacto. La fotografía, una de sus grandes pasiones.
Luego de tres años saltó el Atlántico. Nigeria fue su destino, en contravía de lo que pensaba su madre. ¿Cómo ir a un país tan lejano y desconocido? Empezó a recorrer el país africano, buscando historias, a conocer sobre cultivos y sistemas de producción. Allí empezó a descubrir el mundo de la agricultura tropical.
Regresó a América tres años después, pero esta vez al país donde siempre quiso estar, motivado, seguro, por el espíritu aventurero de su padre que le enseñó la importancia de trazarse otros horizontes. México estaba en su mente desde cuando decidió tomar clases de español en Texas, Estados Unidos.
Nathan trabajó seis años en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y allí también dejó su sello. En 1993 llegó a la entonces convulsionada Colombia. Otro dolor de cabeza para su madre. ¿Cómo ir a un país donde ponen bombas, secuestran y ahora, con dos hijos a bordo?
´Colombia, una Nación a pesar de sí misma´ fue su armadura. Con este libro del escritor David Bushnell, Nathan comprendió que Colombia le daría más alegrías que penas.
CIAT, primera temporada
Sus 1,82 metros de estatura, ojos verdes y un español a medio entender, no llamó tanto la atención en el CIAT, pues el Centro estaba acostumbrado a tener extranjeros de más de 30 nacionalidades en su nómina. Lo que sí causó curiosidad fue su larga y blanca cabellera que sujetaba con una cola de caballo. Ningún otro tenía su look.
Ocupó la jefatura de comunicaciones luego del secuestro de Thomas Hargrove. Fueron trece años de múltiples viajes. América Latina, África y Asia quedaron registradas en informes anuales, revistas, guías y muchos documentos más. Nathan supo convertir los largos y muchas veces tediosos informes técnicos en fascinantes historias científicas. “El para qué le sirve la ciencia a la gente”, una de sus filosofías de vida, también fueron captadas en cientos de fotografías con su vieja cámara Nikon F3.


Es un respetuoso de las tradiciones y culturas. Y así lo demostraba en la Semana de la Diversidad Cultural que se celebraba en el CIAT donde participaba activamente.
Uno de los proyectos que sin duda marcó un hito en las comunicaciones del CIAT fueron los famosos telecentros comunitarios. Lograron, bajo su coordinación, promover el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación entre las comunidades marginales del Departamento del Cauca. Un trabajo bien hecho, que 15 años después sigue generando impacto.
En 2006 le dijo adiós al CIAT, pero no de corazón, pues desde el Secretariado del Consorcio CGIAR en Washington seguía atento de lo que había construido.
CIAT, segunda temporada
Entre sus planes próximos no estaba volver al CIAT, incluso, cuando salió la vacante, trató de convencer a un par de amigas para que vinieran a Colombia a ocupar su antiguo cargo.
Una sala repleta de científicos escuchando las razones por las cuales Nathan quería regresar le dio la confianza de que sería bienvenido. Volvió en 2011.
El revuelo en las redes sociales, una nueva imagen corporativa, el fortalecimiento de las comunicaciones en las regiones y el empoderamiento de su equipo de trabajo como una “poderosa y afinada orquesta”, fue la fórmula ganadora que Nathan puso en marcha para volver a acercar la ciencia y el CIAT a la gente.



 “He sido muy generoso con mi conocimiento. No es mío, es algo que se comparte”, así Nathan Russell supo consolidar a su equipo de trabajo como una “afinada orquesta”.
Hace un par de años empezó a planear el retorno a su ´México, lindo y querido´. Ya había construido en Texcoco la casa de sus sueños, inspirado en las viejas casonas mexicanas. Pinos, buganvilias, flores que atraen colibríes y expelen olores decoran los amplios jardines de su casa. ¡Todo un taco de ojo!
Y llegó la hora del regreso. Nathan deja Colombia por segunda vez. Si su madre estuviera viva seguro le diría: “¿México, con tantos asesinatos, secuestros, robos. Y ahora con cuatro hijos?”.


Un esposo excepcional y un amoroso y comprometido padre, así definen a Nathan su esposa Cristina y sus hijos Jonathan, (izquierda), Dana Victoria, Alan y Meredith (no figura en la foto).
No necesita un manual para aprender a sobrevivir allí. Sabe tanto de México, sus costumbres, tradiciones, historia, comida, su gente –algunos dicen que lo único que le faltó fue haber nacido en sus tierras-. Eso será su armadura.
A “Don güero” (por los de sus ojos verdes y piel blanca) lo esperan en casa. Y en el CIAT sus colegas le dicen al escritor científico ¡gracias! por su inspiración enérgica, su honestidad, dedicación, estilo, confianza, profesionalismo. En el CIAT le decimos ¡hasta pronto! a “nuestro director de orquesta”.


En su último viaje fue a África en el 2014 se encontró con Sarah Obama, abuela del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Una amena y fructífera charla que le sirvió para documentar el impacto de la brachiaria en la producción ganadera.

PRO-AMBI , Dice un gusto el haberle conocido le  deseamos muchas Bendiciones !!

jueves, 3 de diciembre de 2015

" 2015 ENCUENTRO CON LA NATURALEZA"


Un científico emérito, 6 investigadores ubicados actualmente en la sede del CIAT en Colombia, y decenas de científicos que por más de 25 años han pasado por el Centro, son algunas de las cifras que a grandes rasgos reflejan los frutos de la alianza colaborativa entre el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agrícola para el Desarrollo (CIRAD) y el CIAT.

Una alianza que se renueva permanentemente gracias a hechos como la reciente visita hecha por Michel Eddi, Presidente Director General de este centro francés, quien por primera vez pisaba suelo colombiano y entraba en contacto real con el impacto y los resultados alcanzados en el Cauca, uno de los departamentos agrícolas del país.


A continuación sus respuestas a una breve entrevista en la que deja entrever que en esta alianza colaborativa hay muchas oportunidades para seguir trabajando en equipo:
¿Qué destaca de la actual alianza colaborativa CIRAD-CIAT?
Son más de 25 años de colaboración y es mucho lo que se ha alcanzado conjuntamente. La experiencia de yuca en el Valle del Cauca es un ejemplo donde el trabajo se ha hecho gracias a un triángulo colaborativo: CIAT-CIRAD-Universidad del Valle. El reconocimiento al aporte de nuestra gente es otro aspecto importante: Marc Chatel, un colega de larga trayectoria en el CIRAD fue nombrado como científico emérito del CIAT. Un hecho que demuestra la importancia y el significado de esta alianza que hemos construido en el respeto y la complementariedad.
Sabemos que estuvo en departamento del Cauca ¿qué destaca de esta visita?
Me impresionó conocer la experiencia de una alianza público-privada que por más de 20 años ha logrado un progreso increíble en el procesamiento de almidón de yuca. Al igual que apreciar los métodos avanzados (DNA finger printing) empleados para estudiar los impactos de variedades mejoradas de yuca del CIAT que con el tiempo han sido adoptadas en el Cauca. Lo más seguro es que estas experiencias sean replicadas, no solo en otras regiones colombianas, sino también en otros países de América Latina, África y Asia.
¿Qué temas esperan trabajar colaborativamente el CIRAD y el CIAT en los próximos dos o tres años?
Genética de arroz y calidad y poscosecha de yuca son temas que han sido prioridad durante los últimos 20 años y lo seguirán siendo. Pero la agenda actual está abriendo espacio para otros como cambio climático, sistemas alimentarios sostenibles y servicios ecosistémicos. De hecho, en 2016 un colega del CIRAD estará ubicado en la sede del CIAT en Hanói investigando en microbiología de suelos.
En el largo plazo, ¿qué otros temas o actividades colaborativas ve que podrían entran a enriquecer aún más el intercambio entre los centros?
Desde el punto de vista científico, considero que nuevos temas de investigación estarán relacionados con los retos globales en alimentación, salud y medioambiente. Entre ellos está el cambio climático. Justo ahora en la COP21 se lanzará un nuevo proyecto llamado 4/1000, orientado a incrementar la captura de carbono (por suelos). El CIAT lidera el Programa Global de Investigación en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS), y tiene un programa muy fuerte, especialmente en África, trabajando en suelos. Es decir, se abre todo un abanico de oportunidades para seguir encontrándonos.
Un mensaje para las nuevas generaciones de investigadores
Invitarlos a que se asomen a las lecciones aprendidas y a los frutos que ha dado la fórmula de diálogo, constante intercambio y respeto que ha caracterizado la relación CIRAD-Centros de CGIAR, a través de una delimitada agenda de temas prioritarios, trabajados de manera complementaria (temas, socios, recursos) e implementados siguiendo una estrategia de largo aliento.