El regreso a la normalidad ha traído de vuelta virus e infecciones que ya no se tenían tan presentes, y aunque en este momento se ha presentado un leve incremento de casos nuevos de COVID-19, los más nombrados por estos días son los adenovirus, que han reaparecido causando resfriados, gastroenteritis, bronquitis o neumonía y encefalitis (infección del sistema nervioso central).
El grupo de los adenovirus fue descubierto en 1953 por el
virólogo estadounidense Wallace Rowe, quien estudiaba las células de las
amígdalas y de los tejidos ubicados entre la nariz y la garganta cuando notó
que algo estaba dañando las células que recubren la piel, los vasos sanguíneos
y los órganos, por lo que decidió indagar un poco más sobre el asunto y
encontró esta particular infección que da a pie a otras enfermedades.
El médico pediatra e infectólogo Germán Camacho Moreno,
profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia
(UNAL), explica que existen 57 serotipos (microorganismos infecciosos) de
adenovirus, clasificados en 7 grandes grupos: A, B, C, D, E, F y G.
“Algunos de ellos son más frecuentes que otros, como por
ejemplo los serotipos 40 y 41 del grupo F, que se asocian con casos de
gastroenteritis pediátrica. Estos cuadros pueden ser graves y requerir
hospitalización, sobre todo en menores de dos años”.
Aunque los adenovirus afectan a personas de todas las
edades, son más frecuentes en niños menores de 5 años. Los bebés y las personas
con sistemas inmunitarios débiles tienen mayor probabilidad de presentar
problemas graves.
¿Cómo se propagan los adenovirus?
“Los adenovirus se encuentran distribuidos en todo el mundo
y tienen un comportamiento estacional; en países como Colombia, donde no hay
estaciones, son más frecuentes en la época de lluvia, es decir de marzo a
junio”, asegura el pediatra.
Además, hay que tener en cuenta que en este momento el país
afronta el fenómeno de La Niña, por lo que el Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) estima que las lluvias se
extenderán por lo menos hasta agosto, sobre todo en las regiones Andina, Caribe
y Pacífica.
Las constantes lluvias y las bajas temperaturas promueven un
incremento en la aparición de enfermedades respiratorias agudas. En ciudades
como Bogotá, los virus que más influyen en los cuadros respiratorios de los
niños son: sincitial, adenovirus y parainfluenza.
Para ninguno de estos existe vacuna, por lo que solo
se previenen mediante prácticas como el lavado de manos y el uso de tapabocas,
además de procurar el aislamiento, y sobre todo consultar al médico ante
síntomas respiratorios persistentes.
“Cuando una persona tiene una infección respiratoria –como
gripa, tos o faringitis–, al toser, estornudar, hablar, reír o cantar, expulsa
pequeñas gotas con el virus, imperceptibles al ojo humano, pero que pueden desplazarse
entre 1 o 2 m provocando el contagio a través de ojos, nariz y boca”.
¿Me puede contagiar mi mascota?
Aunque algunas personas creen que los perros y los gatos se
pueden contagiar de algún adenovirus y contagiarnos –duda que también se
generaba con el COVID-19–, el médico Camacho afirma que “sí se pueden presentar
casos de adenovirus en algunos animales, pero estos realmente no se consideran
como una zoonosis (enfermedad que se transmite de animales a humanos)
importante”.
“Las grandes epidemias de adenovirus se presentan por el
contacto entre humanos, las aglomeraciones y los ambientes mal ventilados, por
lo que el contacto con mascotas no es una vía de transmisión relevante”,
explica.
El cuidado de todos es primordial, es una época del año en
la que se presentan muchas infecciones, por lo que es prudente seguir teniendo
medidas de precaución y vencer al virus de la manera más efectiva posible:
impidiendo que se propague.
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