Durante varios años de arduo trabajo de campo en el bosque húmedo de la Reserva Nacional Forestal Bosque de Yotoco, biólogos censaron una población de 348 aves, dato que refleja la riqueza faunística de la región. Una selección de 40 de ellas –entre las que se encuentran atrapamoscas sangretoro, tucancito rabirrojo, toches y azulejos– conforman la muestra “Aves de nuestra Sede”, inaugurada en la Biblioteca de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira y que permanecerá abierta hasta el 22 de marzo.
La exposición se realiza en el marco de la celebración de
los 90 años de la Sede Palmira, y además sirve como abrebocas a la
participación de la UNAL en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la
Diversidad Biológica (COP16), uno de los espacios de discusión y negociación
más importante del Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones
Unidas que se celebrará el próximo octubre en Cali.
En ese sentido, la exposición “Aves de nuestra Sede” es un
ejemplo de cómo, además de brindar una riqueza incalculable como productor de
oxígeno, capturar CO2, almacenar carbono, garantizar el suministro
de agua para poblaciones circundantes y ser fuente potencial de descubrimientos
de genes y moléculas con aplicaciones farmacéuticas o industriales, la Reserva
Forestal de Yotoco, custodiada por la UNAL, alberga una variada y fascinante
comunidad de aves, desde especies nativas con plumajes coloridos hasta las
migratorias que atraviesan largas distancias y encuentran refugio en este
santuario.
Para hacer el inventario, durante un año los investigadores
definieron transectos o rutas que incluyen un mapa, la zona elegida y un
conjunto de puntos en los que cada cierto número de metros paraban para hacer
grabaciones, fotografías y observaciones con base en una línea trazada.
La expedición se aventuró en los predios aledaños, en lo que
se conoce como “zona de amortiguación”, en donde descubrieron aves que, aunque
no se encontraran en el corazón del bosque, sí forman parte integral de su
ecosistema.
En total se registraron 348 especies de aves, un incremento
notable desde el censo de 1990 que daba cuenta de 190. “Este hallazgo refleja
la riqueza biológica de la Reserva, resaltando su potencial como destino para
el turismo científico y como una fuente inagotable de investigación”, expresa
el biólogo Diego Fernando Mejía, profesor coordinador del Sistema de Gestión
Ambiental de la UNAL Sede Palmira.
El inventario no se limitó a la reserva principal, sino que
también se extendió al campus principal de la UNAL Sede Palmira, en donde se
registraron 128 especies, y al Centro Experimental (Ceunp), ubicado en
Candelaria, con el reporte de 54 tipos de aves, resultado que enriquece el
conocimiento sobre la biodiversidad en estos espacios académicos.
Según el profesor Mejía, el propósito para la COP16 es que
la exposición incluya más imágenes y más especies como serpientes y mamíferos.
También se buscará publicar un libro ilustrado que exhiba las aves y recopile
sus cantos en discos compactos y plataformas digitales.
Un inventario que vuela alto
Entre las especies de aves más observadas se encuentran
iguazas, perdices, zambullidores comunes, palomas, garrapateros y una amplia
gama de colibríes de diferentes colores.
También se avistó el bien parado, un ave señalada
popularmente como bruja y por eso asesinada por quienes la desconocen y la ven
como una amenaza debido a su canto áspero y su coloración que la camufla como
tronco de árbol, resaltando la importancia de su conservación y protección.
La apertura al público de “Aves de nuestra Sede”, además de
ofrecer fotografías de las aves, también sirve como una oportunidad para
reflexionar sobre la importancia de conservar los ecosistemas locales,
amenazados por la deforestación, los agroquímicos, la pérdida de hábitat, la
contaminación, la presencia de especies invasoras y otros factores que
dificultan la sostenibilidad de la fauna y la flora.
Además de su valor estético, “las aves desempeñan un papel
crucial en el equilibrio de los ecosistemas; ellas también son polinizadoras,
dispersoras de semillas y controladoras de poblaciones de insectos en algunos
casos plagas, por lo que contribuyen a mantener la salud y la estabilidad de
los ecosistemas en esta región del suroccidente del país”, anota el académico.
Quienes quieran ampliar la información sobre la diversidad
de fauna que se encuentra en la región y las actividades que realizan desde el
Sistema de Gestión Ambiental, pueden hacerlo desde la cuenta en Instagram
@sgaunsedepalmira.
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