jueves, 1 de agosto de 2024

Con imágenes satelitales monitorean pérdida de bosque en Nariño

 En este departamento la deforestación ha sido un problema creciente que afecta tanto al medioambiente como a las comunidades y la biodiversidad. Un estudio reciente de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales utilizó imágenes satelitales avanzadas para analizar la cobertura forestal y entender mejor la magnitud de la tala de árboles en la región.

La investigación desarrollada por Mónica Yolanda Moreno Revelo para la Maestría en Ingeniería - Automatización Industrial de la UNAL Sede Manizales se centra en desarrollar un enfoque basado en técnicas de visión artificial cuyo objetivo es resaltar características en imágenes para detectar más fácilmente los cambios en los bosques.

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam, 2020), en Nariño se han destruido 3.461 hectáreas de bosques, ubicándose en el noveno lugar del país en tasas de destrucción boscosa.

Los resultados del estudio permitieron generar mapas detallados que muestran las áreas deforestadas entre 2014 y 2019 destacando las zonas de mayor impacto, lo que ayuda a entender mejor las dinámicas de la deforestación en la región. Esta metodología no solo proporcionó una visión clara de la magnitud de la pérdida forestal, sino que además facilitó identificar patrones espaciales como deforestación (amarillo), sin cambios (azul), regeneración (rojo) y nubes (rosado), útiles para planificar estrategias de conservación y recuperación del ecosistema.

“Para llevar a cabo la investigación, y considerando la importancia del departamento, se utilizaron imágenes del Landsat 8, un satélite de la NASA que toma imágenes detalladas de la Tierra para monitorear cambios ambientales con enfoque en la clasificación y detección de las transformaciones del suelo”, afirma la investigadora.

Además se realizó un análisis temporal detallado comparando mapas etiquetados en diferentes fechas, lo que permitió rastrear y cuantificar los cambios en la cobertura forestal a lo largo del tiempo.

El municipio de El Rosario fue el más afectado por la deforestación. En el periodo 2002-2023 perdió 228 ha de bosque primario húmedo, lo que representa 31 % de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo, mientras que el área total de bosque primario húmedo disminuyó en 2,8 % en este tiempo, según Global Forest Watch (2024).

Este territorio es importante tanto por su notable diversidad de especies como por la fertilidad de sus suelos, que son fundamentales para el equilibrio ecológico y la productividad agrícola. De las 79.831 especies registradas en Colombia, Nariño aporta 11.227 especies de fauna terrestre, 326 de peces (56 marinos), y una notable diversidad de plantas que constituyen el 63 % del total regional. Además la región es crucial para la observación de ballenas amenazadas y especies migratorias, según el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia.

Así mismo, los territorios rurales son fundamentales para el cultivo de alimentos esenciales como papa, caña panelera, plátano, coco, tomate invernadero, palmito, café, zanahoria, yuca y maíz tradicional; sin embargo la destrucción de los bosques ha tenido un impacto negativo notable en las comunidades locales que dependen de la tierra para su subsistencia.

La deforestación altera la fertilidad del suelo, que es vital para el crecimiento de cultivos agrícolas. La eliminación de vegetación arbórea reduce la capacidad del suelo para retener nutrientes y humedad, afectando negativamente la productividad agrícola.

Además, la pérdida de bosques puede provocar un aumento en la erosión del suelo y disminuir los recursos hídricos, lo que también afecta la capacidad de los agricultores para cultivar alimentos de manera sostenible. La alteración de los ciclos ecológicos y la pérdida de hábitats naturales afectan la biodiversidad de polinizadores y otros organismos importantes para la producción de alimentos.

Esta pérdida de cobertura forestal está impulsada en gran medida por la expansión de cultivos de uso ilícito, especialmente de coca para la producción de cocaína, que representan una de las principales causas de la pérdida de selva en la región. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (2023), el 13 % de la deforestación anual del país está vinculada a este fenómeno.

Algunos métodos para erradicar cultivos de coca son: la aspersión aérea con herbicidas como el glifosato, un químico que puede reducir la fertilidad del suelo y contaminar las fuentes de agua; la destrucción manual, y la quema de cultivos, alternativa que altera el suelo y contribuye a su desgaste paulatino. Según el periódico ambiental Mongabay (2023), en 2022 Tumaco (Nariño) era el segundo municipio en Colombia con más cultivos de coca, con 20.720 hectáreas, mientras El Charco-Olaya Herrera contaba con 11.088 hectáreas.







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