La conciencia y el conocimiento ambiental se han adquirido durante los últimos 30 años, han enseñado que existen limites a la cantidad de alteraciones que un ecosistema puede tolerar si perder su capacidad productiva. Es posible que la perdida de una hectárea de bosque o de una sola especie de planta o insecto en una pradera, no afecte de forma drástica o inmediata el funcionamiento del sistema pero si lo puede empujar hacia un umbral del cual no se puede recuperar.
Los umbrales biológicos nos recuerdan que lo que mas cuenta en la transformación de los ecosistemas son los efectos acumulativos (una serie de cambios pequeños).
DESPERTEMOS LA CONCIENCIA AMBIENTAL!!!
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