En asocio con el Instituto Alexander von Humboldt, Parques Nacionales Naturales y la corporación Coralina, entre otras entidades, la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Caribe aspira a sembrar alrededor de 40.000 árboles en la isla de Providencia en 2022.
Las semillas para esta siembra se empezaron a preparar en el
Jardín Botánico de la UNAL Sede Caribe, desde donde se espera enviar este mes
al menos 1.500 plantas por vía marítima a Providencia.
Con los árboles que se plantarán se busca prestar otros
servicios ecosistémicos diferentes a la seguridad alimentaria, por lo que serán
alrededor de unas 30 especies de bosque seco tropical y diferentes árboles
como Simarouba amara (olivo salvaje), Pimenta dioica (pimienta)
y Bursera simaruba (indio desnudo), especies importantes para
la conservación de los ecosistemas.
“Se trata de especies que ayudan a sostener una cantidad
importante de insectos, aves y reptiles, que tienen que ver con toda la trama
ecológica del bosque seco tropical, con el fin de mantener la biodiversidad”,
asegura el biólogo Jairo Humberto Medina Calderón, director del Jardín Botánico
de la UNAL Sede Caribe.
Recuerda además que “en diciembre del año pasado, después
del desastre natural ocurrido por el paso de los huracanes Iota y Eta por las
islas, el Instituto Humboldt nos invitó a participar en la reforestación, y a
principios de este año empezamos a recolectar las semillas para irnos
preparando y cumplir con este propósito”.
Esta tarea se cumple en el marco de la estrategia del
Gobierno nacional “Sembrar nos une”, que contempla la plantación de 80 millones
de árboles con el fin de ayudar en la conservación de la biodiversidad de fauna
y flora del bosque seco tropical de las Islas.
Actualmente la región del Caribe se ve afectada por factores
como el cambio climático, el aumento tanto en la intensidad de los huracanes
como de las inundaciones y del nivel del mar, el deterioro de la barrera
coralina y la erosión costera, los cuales hacen que se convierta en una región
vulnerable para su infraestructura, fauna, flora, ecosistemas costeros,
sistemas subacuáticos y para la comunidad.
Para poder realizar estas siembras en la isla de Providencia
es necesario trasladar los árboles en barco, lo cual es un proceso complicado y
costoso, ya que solo hay dos barcos comerciales que están llevando mercancías a
la isla de Providencia y hay una gran demanda de espacio por materiales, y
comida, entre otros.
La siembra de los árboles se realizará en predios de algunos
de los propietarios de terrenos en la isla, así como en predios de uso público
según con los compromisos que se logren con Parques Nacionales, la Alcaldía y
Coralina, entre otras entidades.
Además se dictarán talleres educativos ambientales a la
comunidad, por medio de los cuales se profundizará en la importancia que
representa para la isla y su comunidad la reforestación y la preservación de
las especies arbóreas que se van a plantar en el marco del convenio.
“Nuestro papel es importante en la medida en que proveamos
especies de bosque seco, no tanto especies comerciales, sino aquellas con las
cuales es un poco más difícil la reproducción, el crecimiento y el
mantenimiento”, señala el biólogo Medina.
Agrega que “así aseguramos no traer materiales importados
que pueden tener enfermedades, nuevos parásitos o un pool genético
diferente, porque son semillas y plantas de la Isla, las cuales se han dado
aquí en el Jardín Botánico, o se han rescatado para su siembra”.
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