Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira desarrollaron un fertilizante orgánico a partir de agallas y vísceras de pescado, una alternativa sostenible al uso de agroquímicos en la agricultura, elaborado como subproducto o resultado de la trasformación de dichos residuos en biometano.
En el Laboratorio de Investigaciones Ambientales, el Grupo
de Investigación Prospectiva Ambiental de la UNAL Sede Palmira encontró en el
fertilizante orgánico nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio y
micronutrientes que mejoran las propiedades de los cultivos sin impactar la
salud del suelo, lo cual representa una alternativa al uso de agroquímicos que
pueden ser dañinos para el medioambiente.
Dicho producto, conocido como o biodigestato, se obtuvo de
dos maneras: (i) mezclando los residuos de la pesca artesanal del Pacífico
tumaqueño y los cultivos piscícolas, y (ii) de los desechos agrícolas de cacao
y plátano en Arauca, con los cuales se obtiene biometano en las plantas de
biogás instaladas en las Sedes Tumaco y Orinoquia de la UNAL.
Para evaluar la efectividad del fertilizante, las pruebas
agronómicas se desarrollan en condiciones controladas con cultivos de maíz, en
el invernadero de la Sede Palmira; “además contamos con la asesoría de instituciones
de investigación internacionales, lo que refuerza la rigurosidad de nuestro
proceso de evaluación”, informa la profesora Luz Stella Cadavid Rodríguez,
directora del Grupo de Investigación Prospectiva Ambiental, quien destaca el
impacto positivo que han notado en el crecimiento de las plantas y posiblemente
en la calidad del suelo.
Una de las principales ventajas del producto es su
naturaleza orgánica, pues por derivar de las agallas y vísceras del pescado no
contiene contaminantes ni altos niveles de metales como ocurre con los
productos tradicionales, por lo que se considera como una opción ambientalmente
sostenible. Además, gracias a su composición biológica se estimula la actividad
microbiana en el suelo, promoviendo procesos beneficiosos que lo mejoran en el
tiempo.
Innovación y escalado del biofertilizante
El desarrollo de este fertilizante orgánico ha sido un
trabajo coordinado en múltiples escalas. Inició en las instalaciones de la UNAL
Sede Palmira con estudios de laboratorio, en donde utilizaron reactores de
1 litro para evaluar el potencial de la producción de biogás y biometano
con residuos de pesca artesanal producidos por pescadores y mujeres concheras
de Tumaco.
Los resultados permitieron escalar el proceso a una planta
piloto instalada en la Sede Tumaco, lo que facilitó perfeccionar el desarrollo
tecnológico y adaptarlo a condiciones reales de producción.
Allí producen biogás a partir del procesamiento de los
residuos piscícolas de la producción de cachama mezclados con desechos agrícolas
de cacao y plátano, productos que se dan ampliamente en esta zona del país.
“Organizamos talleres y programas de capacitación con 140
productores piscícolas locales en Arauca, cuya retroalimentación ha sido clave
para mejorar la propuesta tecnológica respecto a la planta de biogás y fomentar
la apropiación de estas innovaciones. Aspiramos a que esta tecnología sea
adoptada ampliamente por los agricultores en todo el país, y estamos trabajando
para que otras instituciones se sumen a la iniciativa”, agrega la académica.
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