Las condiciones fisicoquímicas y microbiológicas del agua subterránea del perímetro urbano de Arauca hacen que el líquido no sea apto para el consumo humano.
Así lo establece un estudio adelantado por el Laboratorio de
Suelos, Aguas y Foliares de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede
Orinoquia con muestras de 9 pozos subterráneos de los barrios San Vicente,
Bello Horizonte, El Recreo, Villa Isabela y Costa Hermosa, en la zona oriental
de la ciudad.
La primera aproximación y caracterización de las aguas
subterráneas en los alrededores de la capital de Arauca, por medio del análisis
fisicoquímico y microbiológico, buscó evaluar su calidad, con base en los
resultados obtenidos en el Laboratorio de la UNAL Sede Orinoquia.
Los reportes de los análisis se compararon con los
establecidos en la Resolución 2115 de 2007 del Ministerio de Salud, en los
cuales se determinan las características físicas y químicas del agua para el
consumo humano.
El estudiante de Geología Jarib Fabián Rincón, quien
adelantó como trabajo de grado la investigación sobre esta problemática,
manifiesta que “las muestras evaluadas no cumplen con las condiciones
establecidas en la resolución, ya que presentan valores muy altos de turbiedad
y contenido de hierro, además de pH por debajo del umbral establecido”.
En la periferia del casco urbano del municipio de Arauca se ha venido presentando una ola de invasiones, y como se trata de asentamientos ilegales, la mayoría carecen de agua potable, por lo que las comunidades construyen pozos artesanales o aljibes para extraer agua subterránea.
“El análisis microbiológico de estas aguas evidenció la
presencia de coliformes totales en todas las muestras, y de la bacteria Escherichia
coli en un pozo de estudio”, señala Ana María Romero Hernández,
coordinadora del Laboratorio y codirectora del trabajo de grado “Condiciones de
las aguas subterráneas en las zonas de invasión puede suponer un riesgo muy
alto para las personas al encontrar microorganismos que ocasionan enfermedades
gastrointestinales”.
El estudio finalizó en 2021, cuando empezaba la temporada
seca propia de la región, y por las condiciones de los pozos inventariados no
fue posible tomar el nivel freático. Por eso, es posible que las inundaciones
en la sabana en época de invierno ayuden a mejorar o empeorar las condiciones
fisicoquímicas y microbiológicas del agua, ya que una de las hipótesis de
contaminación de las fuentes de agua es el comportamiento de aguas de
vertimiento o residuales en el acuífero y su posible contaminación a la fuente
de captación de agua para consumo.
Aunque esta investigación es preliminar, busca generar una alerta frente a los mecanismos de control para que se desarrollen estrategias que mitiguen el riesgo de salud pública por el consumo del agua de estos pozos subterráneos, y se busquen alternativas para reducir los altos niveles de contaminación.
Al respecto, también se evidenció que los pozos circundantes
de los barrios sobre el margen del río tienen una carga contaminante más baja,
probablemente por descarga al afluente principal, pero los barrios en zonas
aledañas a caños o humedales más alejadas del río no presentan esta facilidad
de descargar sobre otras aguas, y por ende la contaminación y la saturación de
componentes es más alta.
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