En un episodio especial del programa Análisis UNAL como abrebocas a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre en Cali, los profesores de la UNAL Sede de La Paz Duverney Chaverra, Carlos Esteban Lara y Teddy Angarita abordaron los desafíos y oportunidades de conservación en la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, enfatizando en la riqueza biológica y cultural de estas áreas, esencial para la biodiversidad global.
La Sierra Nevada de Santa Marta es un epicentro mundial de
endemismo. El profesor Carlos Lara, ingeniero forestal, explicó que “el
aislamiento geológico de la Sierra ha propiciado la evolución de especies
únicas. Más allá de su biodiversidad, la particularidad más destacable de la
Sierra es el alto nivel de endemismos, hay especies que solo existen aquí en el
planeta”, afirmó el académico.
Por su parte el profesor Teddy Angarita añadió que en la
cuenca del río Cesar, donde se ubica la Sede de La Paz, se encuentra el doble
de especies de anfibios que en toda Europa, y un 15 % de estas especies
son endémicas, es decir autóctonas de la región. Si una de estas especies
desaparece de la Sierra también desaparece del planeta, de ahí la importancia
de conservar estos ecosistemas.
Además la Sierra juega un papel esencial en las rutas
migratorias de aves que viajan desde América del Norte hacia el sur, las cuales
encuentran allí puntos estratégicos de parada haciendo de este lugar un punto
importante para su conservación global.
Dos mundos diferentes a 30 km de distancia
Otra peculiaridad destacada por los expertos es la
proximidad de dos ecosistemas tan diferentes como la Sierra Nevada y la
Serranía del Perijá, pero separadas por apenas 30 km en línea recta y que
ofrecen una enorme biodiversidad completamente diferente. Este contraste ofrece
oportunidades únicas para investigaciones biogeográficas y evolutivas. Resaltan
que contar con dos mundos tan distintos a una distancia tan corta es algo único
en el planeta.
Además no solo la biodiversidad se mueve entre estas dos
montañas, pues también hay un movimiento de cultura. “Hay una participación muy
grande de culturas ancestrales que están en ambos lados y que han marcado la
manera en que se han desarrollado las intervenciones humanas alrededor de estas
dos localidades”, recalca el profesor Chaverra.
Ciencia y saber ancestral: un diálogo necesario
En la charla también destacó la importancia de integrar el
conocimiento científico con las cosmovisiones ancestrales de los pueblos
kankuamos, wiwas, koguis y arhuacos. Estas comunidades, que han habitado las
sierras durante siglos, ven la biodiversidad, la salud y la vida como un todo
interconectado, una perspectiva fundamental para la conservación.
“Entender las conceptualizaciones ancestrales de los pueblos
indígenas será un elemento muy importante para que podamos llevar sus saberes a
otras dimensiones”, anota el profesor Angarita. Un ejemplo de esta colaboración
fue el redescubrimiento del colibrí de Santa Marta (Campylopterus
phainopeplus), que estuvo perdido para la ciencia durante más de un siglo y
fue avistado en territorio kankuamo.
Conservación como motor de desarrollo
El cambio climático y la degradación ambiental amenazan no
solo la biodiversidad sino también a las comunidades que dependen de los
recursos de la Sierra. Alteraciones en temperatura y humedad afectan especies
cruciales, lo que a su vez impacta los medios de subsistencia locales. Los
expertos coincidieron en que la conservación es esencial para mantener los
servicios ecosistémicos, como el suministro de agua y el uso agrícola,
fundamentales para la región.
La Universidad al servicio del territorio
Desde hace 3 años la UNAL ha fortalecido su presencia en
estas áreas a través de programas de monitoreo y proyectos de conservación en
alianza con la sociedad civil. El profesor Chaverra enfatizó en que “la Sede de
La Paz busca formar talento humano que investigue estos valiosos recursos y
que, en última instancia, las mismas comunidades se conviertan en guardianes de
su biodiversidad”.
Los profesores manifestaron que la Universidad ha adoptado
una postura proactiva en la que el objetivo es acercar la academia a las
comunidades y no esperar a que estas vayan a la Universidad, sino que la
Universidad vaya a los territorios. El profesor Chaverra invita a reconocer la
Sede de La Paz como una apuesta de futuro para la región.
La charla cerró con una invitación a participar en la
programación de la COP16 y en el “Foro de intercambio de saberes sobre la
biodiversidad en la Sierra Nevada de Santa Marta”, en el que la Universidad
participará.
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