En localidades de Bogotá como Los Mártires la atención integral dirigida a esta población solo ha hecho énfasis en la salud, pero se estarían descuidando aspectos como el derecho a la educación y la participación ciudadana, lo cual provoca un desplazamiento local.
Así lo estableció Erin Brayan Vera Cruz en su trabajo para
optar por el título de Magíster en Gobierno Urbano del Instituto de Estudios
Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en el que analizó la
atención integral de los habitantes de calle y la transformación urbana en la
localidad de Los Mártires entre 2004 y 2019.
La revisión normativa relacionada con las políticas públicas
y el análisis de los censos de habitantes de calle en Bogotá evidencian que “al
revisar los planes de gestión social de los planes parciales en etapa de
adopción se observa que no se incluye a los habitantes de calle como población
impactada por la implementación de estos; por eso, el acceso a sus derechos
queda restringido, agravando las condiciones de exclusión social”, explica el
estudiante de maestría.
Afirma además que “tradicionalmente se ha percibido al
habitante de calle como ‘vago’, se considera que está por fuera de la esfera
social, lo cual ha integrado el grado de vulnerabilidad económica y social de
este grupo poblacional. Por tanto, el Estado tiene que intervenir para que se
mejoren sus condiciones”.
Lo anterior se daría porque se han dejado de lado estudios
de caracterización y diagnóstico socioeconómico de estas personas, es decir que
se no tiene certeza sobre quiénes son, cuántos son o qué edades tienen.
Esto llevaría a que no haya programas o proyectos
encaminados a mitigar las acciones de los procesos de renovación urbana.
Proceso de revalorización promueve el desplazamiento
Según el estudiante Vera, “la situación evidenciada obliga a
las personas a desplazarse a zonas más deprimidas, en las que arman ‘parches’ y
‘cambuches’ que les proveen un espacio no solo para pernoctar sino también para
desarrollar actividades de esparcimiento y socialización entre pares, y otras
como el consumo de sustancias psicoactivas”.
“Existen cambuches estructurales o temporales, y dentro de
los planes de ordenamiento territorial estos espacios no se están considerando
como movimientos realizados por personas dentro del área a intervenir”.
Así mismo, menciona que los procesos de revalorización son
el resultado de las renovaciones urbanas lideradas desde las entidades
públicas, mediante las cuales se aumenta el valor de las propiedades.
“Es entonces cuando los habitantes del sector son
desplazados, ya sea porque no pueden solventar los costos de vida que
representa estar allí o porque en el proceso de renovación se les exige
entregar los predios donde están ubicados, lo cual es problemático, porque para
esta población permanece en área intervenida”.
La identificación de vectores de desplazamiento locales
demuestra que los habitantes de calle transitan en las proximidades a los
centros de atención dispuestos por el Distrito para satisfacer necesidades, a
espacios privados en los que pueden pagar por albergue, y a las zonas en donde
se desarrollan los principales planes parciales de renovación urbana
adelantados en esta zona de la ciudad.
El investigador recomienda formular instrumentos de
ordenamiento territorial que consideren datos de caracterización hechos por
entidades como la Secretaría de Integración Social, en los cuales se establece
que, dentro de los espacios o barrios a intervenir, existe población habitante
de calle.
Lo anterior se vuelve muy importante si se considera que Los
Mártires es la localidad de Bogotá con mayor número de habitantes de calle.
Según el censo del DANE, en 2017 había 1.750 habitantes en esta condición.
Los barrios en donde más se concentra esta población son
Santa Fe, La Favorita, Las Aguas, Ricaurte, La Alameda, Restrepo, La Capuchina,
Voto Nacional, La Estanzuela y Eduardo Santos.
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