En Latinoamérica cerca de 35 millones de personas viven en construcciones de tierra, y en especial en viviendas construidas en adobe, muchas de ellas vulnerables a sismos. Ingenieros de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) demostraron que la esterilla de guadua, o “acero vegetal”, sería una solución sostenible y económica para reforzar dichas estructuras.
En Colombia, con la esterilla de guadua se podrían hacer
intervenciones en viviendas de municipios como Tunja, Villa de Leyva, Ráquira o
Barichara, y también en viviendas patrimoniales de ciudades como Bogotá, en
barrios como La Candelaria o Chapinero.
Jhonatan Augusto Forero, magíster en Ingeniería y
Estructuras de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia
(UNAL), explica que “la guadua es una lámina rudimentaria plana, de material
natural, fácil de obtener y de bajo costo. Para obtener una esterilla de
4 m este bambú verde se moldea con unos 250 golpes de hacha”.
En su trabajo propone un análisis de este material a través
de varios experimentos con 36 bloques de adobe, compuestos por 30 % de
tierra, 35 % de arcilla, 1 % de tamo (trigo o cebada), 4 % de
estiércol y 30 % de arena, con dimensiones muy similares a las de un
ladrillo: 35 cm de ancho x 17 cm largo y 10 cm de alto.
“La investigación empezó con la fabricación y
caracterización mecánica de las unidades de adobe utilizadas para elaborar
muretes (muros pequeños) y material de pega, manteniendo las propiedades
similares a los muros hechos para la construcción de estas viviendas”, explica
el magíster.
Resistencia puesta a prueba
En su trabajo, el magíster realizó ensayos sobre la
esterilla de guadua empleada para el refuerzo, para lo cual hizo dos pruebas
con las unidades de adobe: una débil y otra fuerte.
La primera consistió en poner estos bloques sin refuerzo de
esterillas de guadua, y la segunda con esterillas, colocándolas en la máquina
universal de ensayos Shimadzu, que mide la compresión (resistencia), la tensión
(que representa la fuerza por unidad) y la flexión (deformación que presenta un
elemento estructural alargado), y así evidenció que la esterilla sí aporta resistencia
en los muretes y bloques.
De igual forma, en las pruebas de comprensión encontró que
en los bloques de adobe la resistencia aumentó en un 34,8 %
proporcionalmente al reforzamiento para los muros con esterilla espaciada por
ambas caras, y con esterilla completa aumentó el 59,2 % con respecto a los
bloques sin ningún tipo de reforzamiento.
Según el ingeniero, se trata de un aporte muy valioso porque
les permitiría a muchas familias de bajos recursos de Colombia y de la región,
reforzar sus viviendas con esta alternativa.
“Esta propuesta pretende conservar estructuras ya existentes
y así evitar un mayor impacto ambiental. El reforzamiento con elementos
sintéticos o de acero a veces no es compatible con la tierra”, anota.
La profesora Caori Takeuchi Tam, de la Facultad de
Ingeniería, directora de la tesis de maestría, destaca que “esta sería una
alternativa para el mejoramiento del comportamiento de muros de adobe, por eso
es importante la caracterización mecánica de muretes. Además, esto permitiría, por
ejemplo, que los habitantes de una casa evacuen de manera oportuna, en caso de
un sismo”.
Otro aspecto importante es que las casas construidas en
adobe no son sismorresistentes, por lo que cualquier movimiento telúrico hace
que se caigan con facilidad.
“La idea es que esta información se pueda plasmar en una
cartilla para que las personas que vayan hacer el reforzamiento estructural
sepan cómo hacerlo”, concluye el experto.
El magíster Forero presentó los resultados de su trabajo de
investigación en el Foro Internacional de Riesgo, Prevención, Vulnerabilidad y
Mejoramiento, realizado el 22 y 23 de septiembre en la Universidad de Cuenca
(Ecuador).
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