jueves, 11 de julio de 2024

Fortalecen sistema de alertas tempranas comunitarios en la quebrada Manizales

 Dicha cuenca, expuesta a amenazas naturales como inundaciones y deslizamientos, es el foco de un proyecto dirigido a mejorar un sistema de alertas tempranas comunitario, mediante ciencia ciudadana y monitoreo ambiental participativo de variables como lluvia o niveles de agua. Usando sensores de bajo costo, pluviómetros manuales y estaciones meteorológicas inteligentes, se busca mejorar la recolección y el análisis de datos para gestionar el riesgo de desastres.

La quebrada Manizales, ubicada al oriente de la capital de Caldas, tiene una longitud de 11 km y cubre un área de 27 km² –el 56 % en área rural y el 44 % en área urbana– y es un importante afluente del río Chinchiná. Su parte alta se caracteriza por fuertes pendientes, suelo rocoso y actividades agropecuarias y mineras, mientras que la zona media-baja incluye zonas industriales y asentamientos urbanos vulnerables a inundaciones. Este afluente afronta problemas de deforestación, erosión, contaminación por minería e industrias y riesgos de inundaciones.

En su investigación, María Jimena Henao Salgado, estudiante del Doctorado en Ingeniería Civil de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, desarrolló e implementó un proyecto para mejorar el componente de monitoreo del sistema de alertas tempranas para que la comunidad lo gestione mediante el uso de tecnologías asequibles.

Para ello, revisó los antecedentes y estudios previos sobre la quebrada y las iniciativas de monitoreo comunitario locales e internacionales; después desarrolló una estrategia de comunicación para informar y capacitar a la comunidad sobre los riesgos y las técnicas de monitoreo ambiental; creó un protocolo para la recolección, el manejo y análisis de datos, acompañado de material de capacitación, y por último puso a prueba el proyecto de monitoreo ambiental comunitario (ciencia ciudadana) en el sistema de alertas tempranas.

“Durante la mayor parte del proceso, la comunidad de la Institución Educativa Superior de Malatería, la Junta de Acción Comuna del barrio Maltería, y los habitantes de los barrios Maltería, Bajo Juanchito, y Verdum, los principales beneficiarios de la iniciativa participaron en los talleres que sirvieron para ofrecerles un contexto de la problemática, además del respectivo entrenamiento para usar las herramientas de manera adecuada”.

“Este proceso educativo fue esencial para asegurar la comprensión y el compromiso de los participantes; además su retroalimentación ofreció elementos para mejorar el monitoreo del sistema”, menciona la investigadora.

Uno de los componentes esenciales del sistema obtenido fue el diseño, el montaje y la instalación de sensores remotos y de bajo costo y pluviómetros manuales para medir variables como lluvia y niveles de agua. Estos se distribuyeron estratégicamente donde existen observadores comunitarios cerca a las comunidades vulnerables en la microcuenca para asegurar una cobertura adecuada y una recolección precisa de los datos.

Así, se instalaron tres miras limnimétricas para monitoreo comunitario en los sectores de Juanchito, Maltería y Verdum. Por lo general estas herramientas básicas de cualquier estación de medición del nivel o del flujo del agua se ubican en ríos, embalses, lagos o lugares en donde se requiere determinar la altura de la lámina de agua. También se entregaron 3 kits agroclimáticos para monitoreo de lluvias y temperatura a ciudadanos observadores.

El trabajo de la estudiante Henao aborda la importancia del desarrollo sustentable mediante la capacitación de las comunidades como actores fundamentales en la gestión del riesgo de inundaciones. Este enfoque participativo promueve la adaptación al cambio climático y la reducción del riesgo de desastres, fortaleciendo el desarrollo sustentable de Manizales.

La investigadora anota que su propuesta se alinea con el Plan de Desarrollo “Manizales + Grande” y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) números 3, Salud y bienestar, 11, Ciudades y comunidades sostenibles y 13, Acción por el clima.

Así mismo, se articula con iniciativas locales como el sistema de monitoreo de la Corporación Vivo Cuenca, fortaleciendo el Comité de Monitoreo Hidrometeorológico y la participación estudiantil en actividades de servicio social.

La sostenibilidad del proyecto se asegura mediante la integración de la comunidad en el monitoreo y la validación de datos, logrando una gestión integrada y adaptativa del riesgo de inundaciones en la región.

 






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