El mundo de las algas toma cada vez más fuerza, y una de las razones principales es su alto potencial para generar papel o fertilizantes naturales, incluso hoy se está estudiando la posibilidad de hacer alimento para el ganado, calzado y ladrillos ecológicos; sin embargo, la presencia de grandes cantidades de algas como el Sargassum sp. en las costas y playas del Caribe dificulta esta tarea y también le hace la vida más difícil a los pescadores, cuyos botes quedan atrapados entre las toneladas de residuos.
La apuesta de una interesante investigación de la
Universidad Nacional de Colombia (UNAL) –que por estos días se presenta en la
XXIV edición de Agroexpo– es empezar a visibilizar este tipo de macroalga, que
tiene la capacidad natural tanto de captar dióxido de carbono y generar oxígeno
–una de las causas de que los mares y océanos sean el segundo pulmón del
planeta, ya que producen cerca del 50 % de oxígeno que respiramos– como de
generar papel ecológico.
“Se ha logrado elaborar papel compuesto de un 20 % de
coco y un 80 % de sargazo, lo cual es un avance muy importante, ya que
permite que comunidades de lugares como el Archipiélago de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina puedan aprovechar los residuos de esta macroalga,
y aunque por el momento se está en una fase de pedagogía y ensayos, en un
futuro el potencial es increíble”, asegura Diego Aguilera, estudiante de
Biología y quien forma parte del “Grupo de sistemática molecular y biogeografía
de algas marinas”, del Departamento de Biología de la UNAL Sede Bogotá.
Añade que “hoy no hay iniciativas que estén aprovechando
eficientemente el sargazo en Colombia, por lo que las grandes toneladas que
llegan a las costas generan un problema de contaminación por el olor que
produce su descomposición, y además son una peligrosa trampa para animales como
las tortugas, que buscan retornar al agua pero quedan atrapadas entre esta
maleza de algas”.
Animales como esponjas y anémonas, peces como las anguilas y
el pez volador, o moluscos nudibranquios (que no tienen concha), viven en los
kilómetros de sargazo que se generan en los mares y océanos, y que son producto
de dos causas que en el planeta aumentan cada vez más: (i) el cambio climático,
ya que para nadie es un secreto que ahora se están registrando las mayores temperaturas
en la historia, y (ii) los residuos de detergentes, químicos y otras sustancias
que desechamos y llegan a estos cuerpos de agua.
“En general las personas no se preguntan por el impacto que
tiene el bloqueador que utilizan cuando ingresan al agua, pero deberían saber
que este se desintegra y deteriora los ecosistemas de coral, y que además
genera crecimiento desbordado de cualquier tipo de organismo como el Sargassum”,
indica el investigador Aguilera, quien hace años también trabaja en ilustración
científica y pedagogía en estos temas.
Hasta hace pocos años se creía que solo había dos mares de
sargazo en el mundo, uno en el Atlántico norte y otro en la costa oriental de
África, pero recientemente se descubrió que se estaba gestando uno nuevo en el
golfo de México, lo cual ha despertado el interés de los investigadores, pues
no era el curso natural de esta alga.
“Uno de los principales problemas con el tratamiento del
sargazo es que los hongos que descomponen otras especies vegetales para generar
papel no lo hacen con esta macroalga, por lo que en países como Australia se
están utilizando tecnologías avanzadas para aprovechar este potencial, que en
un futuro aportaría en campos como el agropecuario, con la generación de
alimentos, ayudando a evitar la cantidad de gases de invernadero que producen
estos animales”, indica.
El ilustrador e investigador Aguilera creó la fundación
Adama, que busca que el potencial del sargazo tenga cada vez más eco en la
sociedad, ya que en el sistema educativo actual es muy poco lo que se conoce
sobre la biodiversidad y riqueza natural del país. Según un estudio que realizó
con esta fundación, con más de 500 entrevistas a estudiantes de Bogotá, cerca
del 30 % no lograba nombrar 10 tipos de plantas o animales endémicas de
Colombia, ni sus características.
El sargazo es un tema de nunca acabar y el panorama hace que
sea urgente generar nuevas iniciativas para su tratamiento, por lo que se
espera que el proyecto del investigador, “Bioprospección de alga Sargassum sp.”,
llegue a más personas y Agroexpo sea una plataforma para conocer sobre rol
fundamental en los ecosistemas marinos.
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